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Muere, en un día de primavera, la escritora Amparo Dávila

A la edad de 92 años falleció la escritora mexicana, quien era una de las grandes representantes del cuento fantástico en nuestro país.
sáb 18 abril 2020 04:20 PM
Amparo Dávila
Esta tarde falleció la escritora Amparo Dávila, a la edad de 92 años.

"Que no muera en un día nublado y frío de invierno", escribió Amparo Dávila en Semblanza de mi muerte. Una premonición literaria, quizás, para tal evento que ocurrió hoy, 18 de abril, en primavera.

La escritora, un referente indiscutible del cuento fantástico en nuestro idioma, logró construir a través de su obra universos despoblado de certezas y habitado por los claroscuros de una realidad de fina sordidez.

Nació en 1928, en Pinos, Zacatecas, y como escribió Luis Mario Schneider sobre su infancia y su lugar de origen, "uno de esos tantos poblados mineros mexicanos que más parecen cuevas de fantasmas, traspasados por el viento helado, por días largos como años, por años inmensos e inmóviles como la eternidad. Ahí no se habita, ahí se inventa la vida por el único camino posible: la imaginación".

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Su biografía tiene episodios que parecen provistos por su propia pluma. La prematura muerte de sus hermanos, no sólo marcó su sobrevivencia infantil, también su pulso referente a la muerte.

Justo en la década correspondiente a la mitad del siglo pasado publicó su primer libro de poemas Salmos bajo la luna. Si bien en este género tiene una sólida trascendencia, su lugar de gloria está reservado en el cuento.

Tiempo destrozado, Música concreta, Árboles petrificados, Tiempo destrozado y Música concreta (ganador del premio de cuento Xavier Villaurrutia en 1977); cuentos que tienen un pie en la intriga y otro en la oscuridad; habitados por presencias no siempre tangibles que dejan a quien lee en el desamparo más vil y sorpresivo.

La de Amparo es una presencia absoluta en la literatura mexicana. Algunos dicen que pertenece a la denominada Generación de Medio Siglo. Bien, siguiendo las fechas, eso es correcto. Pero los temas, la forma, la audacia y la valentía como autora escapa a las clasificaciones simples.

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No estamos ante cuentos y relatos complacientemente entregados a la fantasía pura. Su pulso parece narrativo, lejos está de las fórmulas del género y sus criaturas. Entre sus páginas también hay que desconfiar de las paredes, de los árboles, de los perros y de los ventanales y de las piscinas.

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Cuentos reunidos, edición de 2009 publicado por el Fondo de Cultura Económica.

Si bien la muerte de una escritora es siempre la oportunidad de traerla a la vida a través de la lectura de sus textos; los cuentos y relatos de Amparo Dávila son hoy vigentes y luminosos. Una crisis sanitaria, un mundo incierto afuera de nuestras ventanas, personajes llamados virus o sin identidad alguna al acecho. Este es el momento de leer a esta auténtica escritora a quien el canon literario de sus contemporáneos y las políticas lectoras convencionales y, por qué no decirlo, machistas, le han arrebatado, como a muchas escritoras mexicanas, su lugar entre los grandes clásicos de la literatura, por lo menos en español.

Hace apenas unos días, la Universidad de Guanajuato le concedió el premio Jorge Ibargüengoitia por su obra y trayectoria. Aquí se pueden leer algunos de sus relatos puestos en línea por la UNAM.

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