Publicidad
Publicidad

Atlas Santiago Arau: entrevista con el fotógrafo de las alturas

En 'Territorios, su primer libro, el fotógrafo mexicano consigue algo que parece imposible, mostrar un México inédito.
vie 03 abril 2020 02:20 PM
201119 QUISANTIAGOARAUHA19.jpg
El fotógrafo mexicano Santiago Arau.

Hemos escuchado tantas veces las expresiones “el México desconocido, profundo o nunca antes visto”, que tenemos la sensación de habitar en un lugar común. Parece que, de tanto decirlo, ya no hay sitio de nuestro país que sea realmente ignoto. El trabajo de Santiago Arau aplica un principio antiguo que logra sorprender a quien miramos sus fotografías: colocarse desde otro punto de vista.

Si tomáramos Territorios , su primer libro publicado por Sexto Piso y la fundación BBVA, lo deshojáramos, dejando cada página sobre el espacio de esta azotea en la que se desarrolla una de nuestras entrevistas con él y viéramos su conjunto desde los aires con uno de los drones que utiliza, se revelaría un rostro de México efectívamente inédito.

Publicidad

Esta tarde calurosa de febrero, Santiago Arau viste de negro, lleva unos lentes oscuros que cubren un poco más que sus ojos. Estamos en su estudio, para ser exactos, la azotea de su estudio ubicado en el centro histórico de la capital mexicana. Desde donde conversamos, un escritorio gris de aspecto vintage a la sombra, podemos ver los edificios que se antepone unos a otros en esta zona de la urbe. Él ha retratado este mismo perímetro pero desde las alturas.

“Muchas cosas no se perciben desde aquí. Gracias a la fotografía aérea se pueden ver,” relata Arau quien de sus casi cuarenta años de vida, ha dedicado poco más de 15 a la fotografía y aproximadamente siete al pilotaje de drones. Explica que no es lo mismo decir “esta es la última casa del pueblo”, que mirar cómo el color verde de la vegetación se impone ante una clara línea plomiza marcada por las casas de Boca del Río en el estado de Veracruz. La perspectiva suele ser distinta de los aires.

Publicidad

UN MAPA DE MÉXICO

En otro encuentro con Arau también viste de negro y lleva su cabello largo atado. Es la presentación de su libro en la torre de Pase de la Reforma de la empresa financiera que coeditor el proyecto. “Estuve huyendo a esto. No sé por qué pero soy obsesivo. Me obsesionan ciertas cosas y me daba miedo ver fallas en el libro. Me daba mucho miedo.”

La historia la contaremos en un párrafo, pero en la realidad fue un proceso de año y medio. Su amigo Diego Rabasa, al frente de la editorial Sexto Piso, le llamó un día: “¿qué te parecería hacer un libro de fotografía?” “¿Dónde firmo?”, La respuesta inmediata de Arau. Pasó el tiempo y perdió del radar la propuesta y se concentró en lo que llevaba haciendo ya varios años, una documentación de algunos Estados de México “sin saber muy bien para qué”. Tiempo después, Rabasa, de nuevo al teléfono: “Felicidades, vamos a hacer un libro de la República Méxicana”.

201119 QUISANTIAGOARAUHA21.jpg
Santiago Arau, retratado durante uno de los encuentros con la revista Qui´en.

Este proceso es lo que Arau llama “el 360 de cualquier fotógrafo de su generación”. Con la carta abierta, tomó un mapa del país y comenzó a marcar con pines los sitios que quería recorrer, los que le parecían lejanos e, incluso, inexistentes. Al tiempo que fue tomando las fotos, relata, descubrió que tenía algunos temas claros: biodiversidad, volcánicos, ciudad, poblaciones, devastación, contaminación, sociedades de consumo, de frontera, retratos y el pasado histórico de México. “Empecé a tener un hilo conductor.”

Muchas de estas imágenes las ha compartido en sus redes sociales, particularmente en Instagram, una plataforma en la que tiene más de 135 mil seguidores que han vitalizador algunas de sus tomas como aquellas centrales de la Torre Latinoameicana y del Ángel de la Independencia o del proyecto del que sería el nuevo aeropuerto internacional y que fue cancelado por el presidente Andrea Manuel López Obrado. viralizado algunas de sus capturas como las cenitales de la Torre Latinoamericana o del Ángel de la Independencia. También está ac¡quella del que sería el Aeropuerto Internacional, un proyecto cancelado por el presidente Andrés Manuel lópez Obrador.

Publicidad

Este salto de lo digital a lo análogo, es lo que Arau estaba buscando desde hace tiempo. “Una de las conclusiones que sacó como fotógrafo, es que mi generación, la gente que nació en 1980, tiene también esa obligación de conservar estos mundos porque cada vez son menos.”

Este trayecto culmina en una exposición en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde impresiones en gran formato de las fotografías que integran el proyecto descansan sobre las paredes del emblemático recinto capitalino. Es ahí que la obra de Arau cobra nuevas dimensiones, no solo en el terreno de lo obvio al ser de mayor escala, también le permiten al espectador acercarse a los detalles que integran esta geografía.

201119 QUISANTIAGOARAUHA10.jpg
Santiago Arau en las escaleras del Centro de Cultura Digital de la Ciudad de México.

Una postal de una granja que nos obliga a acercarnos para descubrir que esas miniaturas son vacas y ahí, la reflexión del fotógrafo y el punto crítico albergado en su trabajo. O los volcanes invadidos por las ciudades que no seríamos capaces de dimensionar tal intrusión si no pudiéramos verlo desde las alturas. “No se trata de que sean fotografías bonitas, también que nos hablen de los problemas que enfrentamos como el cambio climático. Me gusta poner una imagen que tenga una lectura y que pueda ir acompañada de otra y que tengan un hilo conductor para generar algo que yo estoy viendo.”

Santiago fue uno de los pioneros en México de la fotografía aérea. Para él, el futuro está más allá de la estratósfera. En el espacio exterior. Tal vez me imagino que habrá cámaras que puedan salir del planeta o que puedas manipular un dron desde aquí, sentados en una terraza y tomar una fotografía fuera de la atmósfera o a lo mejor poderlos llevar más lejos. No lo sé.

Publicidad

Newsletter

Recibe las últimas noticias de moda, sociales, realeza, espectáculos y más.

Publicidad