Con frecuencia, los expertos en coleccionismo dan como primer consejo a quienes desean comprar una obra de arte dejarse guiar por el primer vistazo. Mirar la pieza y tomar la decisión a partir de lo que la obra provoca por sí misma, más allá de los datos biográficos, las trayectorias y los vaivenes del mercado.
Si seguimos esa pista, que a veces suena más a una respuesta segura y fácil, No Name es el evento ideal para aplicarla. Esta feria, inspirada en otras como RCA Secret de Londres, tiene como punto de partida que las obras son anónimas, el comprador sólo conoce el nombre del realizador una vez sellada la transacción.