Dentro de la caverna, el prisionero solo puede ver proyecciones del mundo, meras apariencias producidas por la sombra que deja el impacto de la luz sobre los objetos que crean una idea de la verdad y de la realidad supeditada a lo que logra observar. El norteamericano James Turrell (Pasadena, California, 1943) con frecuencia recurre a la ‘alegoría de la caverna’ del filósofo griego Platón para explicar su proceso creativo.
A través de instalaciones inmersivas que interactúan con los espacios que las contienen, reflexiona sobre la idea de que habitamos una realidad de nuestra propia creación, sujeta a las limitaciones sensoriales humanas, así como a las normas contextuales y culturales. Una muestra de ello habita en las galerías 1 y 2 del Museo Jumex de la Ciudad de México con la exposición Pasajes de Luz.