Uno de los apellidos más importantes en el mundo de los negocios en México es sin duda el Azcárraga, que ha estado ligado a los medios de comunicación por más de medio siglo.
Éste tiene orígenes vascos aunque en México se tiene registro desde 1830 con Mariano AzcárragaPeña, afincado en la ciudad de Tampico, donde trabajó como síndico y tesorero municipal.
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Mariano se casó con Albina Ramos, con la que tuvo cuatro hijos Antonio, Mariano, Juan y Francisco Marcial Azcárraga Ramos, que a su vez se unió en matrimonio a Julia López de Rivera. Francisco y Julia fueron padres de Mariano Azcárraga López de Rivera, su nombre lo recibió en honor de su abuelo, de quien siguió su ejemplo pues, además de ser escritor, trabajó como contador en la aduana marítima de Tampico para más tarde involucrarse de manera activa con las autoridades texanas de salud en el tratamiento de los trabajadores migrantes mexicanos.
Fue a principios del siglo XX que Mariano Azcárraga contrató matrimonio con Emilia Vidaurreta, también de ascendía vasca y es aquí donde se produjo el inicio de una gran dinastía de importantes hombres de negocios que marcaron la historia de los medios de comunicación en México.
Mariano y Emilia son padres de Raúl, Gastón, Julio, Rogerio, Luis y Emilio Azcárraga Vidaurreta, este último fue el primero de cuatro “Emilios” que transformaron las comunicaciones a nivel internacional.
Emilio nació en Tampico, Tamaulipas, el 2 de marzo de 1895, y cursó sus estudios primarios en Piedras Negras, Coahuila, la secundaria en San Antonio, Texas, y en Austin la preparatoria, así como la carrera de economía y negocios en la Universidad de San Eduardo.
Azcárraga Vidaurreta empezó su imperio a los 17 años, en plena Revolución, como vendedor ambulante de zapatos y de productos mexicanos. Tan hábil era para las ventas que una empresa de Boston lo contrató como su representante en México.
También se dice que los hermanos Azcárraga Vidaurreta compraban arte, joyas y otros productos de valor a familias mexicanas de dinero que habían caído en desgracia por la guerra, entonces los jóvenes guardaban aquellos tesoros en bolsas, cruzaban la frontera y los vendían con jugosas ganancias en Estados Unidos.
A los 22 años, Emilio abrió una agencia de autos Ford en Monterrey, Azcárraga y Copland S.A., distribuidora automotriz con capital del Sr. Stanley Copland. El éxito de este negocio le brindó la posibilidad de invertir en otros giros como fue la compra, en 1923, de la empresa de discos y fonógrafos Victor Talking Machine. Cuatro años más tarde, el 18 de septiembre de 1930, lanzó una nueva empresa: la XEW Radio, el negocio con el que revolucionaría la industria de medios no sólo en nuestro país sino en toda Latinoamérica.
En 1951 Azcárraga Vidaurreta invirtió en un nuevo negocio de medios de comunicación, Canal 2 XEW-TV.
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La era del Tigre
En el aspecto personal, Azcárraga Vidaurreta se casó en 1925 con Laura Milmo Hickman, hija de un acaudalado irlandés, Patrick Milmo, afincado en México y uno de los hombres más ricos de Monterrey.
La pareja tuvo tres hijos, Laura Azcárraga Milmo, nacida el 26 de julio de 1926, Carmela, que vino al mundo el 15 de agosto de 1928, y luego llegó el heredero, Emilio Azcárraga II, nacido el 6 de septiembre de 1930 en el Hospital Santa Rosa de San Antonio, Texas.
Emilio II fue uno de los empresarios más importantes y poderosos de toda Latinoamérica en el siglo pasado con un liderazgo duro que le valió su apodo “El Tigre Azcárraga”. Un hombre irrepetible, con una visión fuera de época.
Su infancia y adolescencia estuvo marcada por una complicada relación con su padre, quien fue sumamente duro con él y lo trató, incluso, peor que a sus empleados.
Azcárraga Milmo pasó años tratando de agradar a su padre, siempre buscó estar a la altura de su puesto como “heredero” hasta que con los años logró ganarse poco a poco el respeto de todos los que lo tachaban de “hijo de papi”.
Orgulloso a más no poder, de joven hasta vendió enciclopedias de puerta en puerta con el afán de demostrar autosuficiencia pero, quizá, lo que más se conoce de él es su controvertido estilo de liderazgo, muy bronco, con reacciones que ponían a temblar a media Televisa. No tenía pelos en la lengua y soltaba más de una grosería en cada oración.
Aunque le costó mucho ganarse la confianza de su padre, al final salió airoso y tras la muerte de Azcárraga Vidaurreta se quedó como el mandamás de Televisa que estaba dividida entre Emilio, Laura y Carmela Azcárraga Milmo, entre otros importantes accionistas.
Emilio Azcárraga Milmo llevó a otro nivel a Televisa, le dio la internacionalización y el respeto a nivel mundial. Con él, la cadena de televisión fue potencia, las telenovelas mexicanas vivieron su época de oro, un capítulo que no se ha vuelto a repetir
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Los amores del Tigre
En cuanto a su vida personal, estuvo casado en cuatro ocasiones. Primero con el gran amor de su vida: María Regina Shondube Almada, con quien se casó el 15 de enero de 1952, sin embargo, poco le duró la felicidad, pues Gina, como le decían de cariño, a los pocos meses de casados quedó embarazada y comenzó a padecer fuertes dolores de cabeza. Durante muchos años, Gina padeció epilepsia y, justo recién casada, le fue detectado un tumor en el cerebro.
Gina dio a luz prematuramente a una niña que murió horas más tarde y su condición se agravó. Gina fue trasladada a Nueva York en avión privado, pero nunca recobró el conocimiento y a los pocos días murió.
Este capítulo marcó la vida de Azcárraga Milmo, lo endureció. Nadie volvió a saber de aquel joven campechano de buen carácter. Por supuesto que también definió al hombre, novio y esposo que sería a lo largo de su vida. Nunca más volvió a practicar la monogamia. Su segunda esposa fue la francesa Pamela Surmont, con la que se casó el 26 de marzo de 1959 en París, en la iglesia de Saint Honoré d´Eylau con una recepción en el Hotel Ritz.
Emilio y Pamela tuvieron tres hijas: Paulina, quien murió en su adolescencia, Alessandra y Arianne. Pamela pertenecía a una familia francesa aristócrata, sin embargo, poco tenía en común con Azcárraga Milmo, su matrimonio fue muy complicado y apenas duró unos años.
En 1965 ya roto su matrimonio con Pamela, contrajo matrimonio con otra joven francesa, Nadine Jean, con quien tuvo a Carla y Emilio Azcárraga Jean. Nadine fue la única de sus cuatro esposas en darle un hijo varón, su heredero.
Este matrimonio duró apenas siete años por la llegada de Paula Cussi, pero su divorcio no se concretó hasta pasadas varias décadas. Durante años, Nadine le pidió el divorcio a Emilio pero siempre se negó, quizá por orgullo.
Paula Cussi (cuyo nombre verdadero es Encarnación Presa Matute y quien trabajaba como presentadora en el programa de noticias Jacobo Zabludovsky), irrumpió en el matrimonio con Nadine.
La relación con Paula se mantuvo intacta 20 años hasta que, después de firmar el divorcio con Nadine, a finales de los ochenta, Emilio Azcárraga Milmo contrajo matrimonio por cuarta vez con Paula a bordo del yate Paraíso en 1990. El cónsul mexicano de Nueva York y amigo de Emilio, Agustín Barrios Gómez ofició la ceremonia cumpliendo a raja tabla con la ley mexicana para proteger así a Paula. La relación con Paula duró de 1972 a 1990.
Para muchos, Paula logró ser en muchos aspectos su alma gemela. Una amante de las artes y la cultura, introdujo a Emilio a este mundo al cual apoyó con importantes patronatos. La pareja no tuvo hijos y la relación entre Paula y los vástagos de su esposo nunca fue buena. En gran medida Paula se ganó a pulso esta antipatía con detalles cargados de una falta de sensibilidad, como cuando asistió al funeral de Paulina Azcárraga Surmont (hija de Emilio y su segunda esposa Pamela) vestida con elegante abrigo de mink blanco. Era un velorio, no una fiesta.
El mismo año de su boda con Cussi, llegó otra mujer a su vida, una joven 40 años menor, quien robó su atención, Adriana Abascal, Miss México 1989 y quien, tras su participación en Miss Universo, quiso probar suerte en el mundo de la actuación en Televisa, lugar donde surgió el amor entre la veracruzana y el empresario.
Adriana estaba dispuesta a todo por ser la única dueña del corazón del magnate mexicano, así que hizo todo lo posible por hacerse notar, según el libro El Tigre, Emilio Azcárraga y su imperio Televisa de Claudia Fernández y Andrew Paxman. “Una vez lograda una posición sólida en el ámbito profesional en San Ángel, Adriana procedió a consolidar el dominio sobre su hombre. Como jugador de ajedrez, manejó sus piezas en contra de Paula. La molestaba por teléfono y lanzaba rumores… Hizo que alguien le tomara fotos cuando estaba con Emilio a bordo de ECO y se las envió a Paula”, se lee en la publicación.
Una semana antes de la Navidad de 1993 Paula lo dejó. Emilio nunca se casó con la veracruzana. Un cáncer de páncreas acabó con la vida del Tigre y el 16 de abril de 1997 murió abordo de su yate Eco anclado en Miami y junto Adriana Abascal. Sólo los amigos y la familia que llevaba buena relación con Abascal pudo despedirse de él.
Las tragedias de Carmela y Laura Azcárraga Milmo
Las hermanas mayores de Emilio Azcárraga Milmo siempre mantuvieron una excelente relación con su hermano hasta que problemas financieros los separaron al final de sus vidas.
Laura estaba casada con Fernando Diez Barroso, el yerno favorito de Azcárraga Vidaurreta, quien fue durante muchos años el administrador y director de finanzas de la empresa. Bien parecido, buen tenista y un contador talentoso se ganó bien rápido a su suegro y a toda la familia.
Muchos decían que Fernando era el heredero favorito de Vidaurreta incluso antes que su hijo El Tigre, pero el 12 de noviembre de 1965 el destino cambió los planes. Al tomar un avión para asistir a una reunión de trabajo en Acapulco junto a otros directivos estadounidenses perdió la vida.
Al poco tiempo de que el avión privado despegara, uno de los motores falló, los pilotos trataron de realizar un aterrizaje forzoso en la zona fangosa del Lago de Texcoco, pero todos fallecieron.
Laura tuvo cinco hijos, Fernando, Emilio, Alejandro, Gina, Laura y Mónica Diez Barroso Azcárraga. Siguiendo la tradición familiar, Fernando hijo fue también el sobrino favorito ahora de Emilio Azcárraga Milmo. Como su padre lo fue para su abuelo. La hermana de Azcárraga Milmo se casó en segundas nupcias con Rudy Wachsman.
Laura era muy querida por el Tigre, pero una deuda de dinero con él provocó una fractura entre ellos que nunca más cerró. En el lecho de muerte de Emilio, Carmela trató de interceder con Laura para que viajara a Miami a despedirse de él, pero todo intento fue inútil. Laura no perdonó nunca a su hermano enfermo de cáncer y no lo volvió a ver nunca más.
Carmela era la hermana amorosa y conciliadora de la familia. De trato sencillo siempre fue la encargada de unir a todos. Se casó en 1950 con Alejandro Burillo Pérez, con él tuvo seis hijos, Carmela, Alejandro, Jorge, Emilio, Patricia y Javier Burillo Azcárraga.
Alejandro participó más activamente en Televisa, era más aguerrido, también brillante y un líder nato.
En el 2000, Alejandro se deslindó de Televisa vendiendo su parte accionaria y fundó Grupo Pegaso; también ha estado muy activo en el sector financiero con Ixe Banco y Banorte, así como en Telefónica Movistar, pero lo suyo lo suyo son los deportes. Fue propietario del equipo de futbol Atlante que vendio hace dos años y gran promotor del tenis mexicano con el Abierto Mexicano.
En cuanto a Javier Burillo, sabemos que está más enfocado a los bienes raíces en Estados Unidos.
El pasado domingo 15 de septiembre acaparó los titulares de todo el país por el fallecimiento accidental de su hijo menor. Todo ocurrió cerca de Angel Island, al norte de San Francisco, cuando una gran ola golpeó la embarcación en la que navegaba Javier y sus dos hijos de 27 y 11 años, lo que provocó que ambos niños cayeran al agua y fueran golpeados por el mismo yate a la hora de ser rescatarlos. Inmediatamente fueron llevados al Corinthian Yatch Club donde el menor de 11 fue declarado muerto.
Javier estuvo casado con Alejandra Alemán, con quien procreó a tres hijos, Alexandra, Javier y Miguel. De su segundo matrimonio con Rose Burillo con quien se encontraba actualmente en proceso de divorcio, tuvo al pequeño ahora fallecido.
Emilio Azcárraga Jean, el heredero
Para no romper la costumbre de su abuelo y padre, la relación de Azcárraga Jean con El Tigre fue igual de complicada. Como Azcárraga Jean mismo dijo hace tiempo: “Televisa me quitó a mi padre y Televisa me lo devolvió” y es que la relación de Milmo y Jean estuvo marcada por grandes ausencias que al final de la vida del Tigre sanaron para poder nombrarlo su relevo.
Pero Emilio chico no sólo heredó un imperio, también tuvo la difícil tarea de sacar adelante una empresa que no se encontraba en su mejor momento.
Sacar bien librada a Televisa después de la muerte de Azcárraga Milmo en 1997 fue toda una odisea que consiguió su hijo, él puso orden en la empresa y se quedó como accionista mayoritario.
En el aspecto personal, en octubre de 1999, se casó con Alejandra de Cima, quien al poco tiempo de casada fue diagnosticada como cáncer de mama. Aunque superaron este difícil capítulo, al final la pareja terminó divorciándose en 2002.
Emilio siempre deseó tener una familia y, tras varios romances sonados, encontró al gran amor de su vida, Sharon Fastlicht, con quien se casó en febrero de 2004 y con quien tuvo a sus tres hijos: Emilio Azcárraga IV, Hanna y Mauricio.
Emilio de 51 años sabe bien qué significa tener un padre ausente, por eso ahora con sus hijos se ha volcado en ejercer de amigo y compañeros de juegos. Anda en bici, los lleva a la oficina, va a los festivales de la escuela, viaja todas las veces que pueden y sale a navegar con ellos.
Sharon es su gran compañera y la única que ha podido darle esa estabilidad familiar con la que siempre soñó. Ella es una joven discreta, muy sencilla en su forma de ser y que hace unas semanas celebró su cumpleaños número 40.
Después de que el 26 de octubre de 2017 se anunciara la salida de Emilio Azcárraga como director general de Televisa (aunque sigue siendo el dueño), se ha dedicado más a sus hijos y su esposa. Un rumbo bien diferente al que llevó su padre, un estilo y visión distintas, pero, aún así, ha podido dar continuidad al emporio familiar que enfrenta grandes retos ante nuevas propuestas de entretenimiento como lo es Netflix. Sin duda, esta historia continuará.