Careyes, el sueño materializado de la familia Brignone, cumple 50 años

La primera vez que Filippo Brignone conoció Careyes tenía 12 años. Poco tiempo había pasado desde que su papá había comprado -en un golpe de corazón- un pedazo de la costa de Jalisco. Fue en 1968 que el italiano Gian Franco Brignone conoció lo que era el amor a primera vista y con un machete en mano llegó con un grupo de personas a transformar un espacio donde el humano nunca se había parado. Acres de selva, playas vírgenes, acantilados, manglares, un lugar en el que en ese entonces no había carreteras ni medios de comunicación. Actualmente, Careyes cumple cincuenta años y se ha convertido en el sueño materializado de la familia Brignone.

Las relaciones de Gian Franco Brignone en Europa fue quizás el factor más importante en el desarrollo de Careyes. Ahora son 42 nacionalidades las que viven ahí y que poco a poco han llegado hasta poblar. Este sitio ha enamorado a miembros de la nobleza europea, empresarios y la socialité mexicana. Personajes de Hollywood han viajado hasta la costa del Pacífico en búsqueda de unas merecidas vacaciones en las que puedan escapar de las cámaras y disfrutar de su privacidad. Giorgio Armani , Issey Miyake, Tom Ford, Robert de Niro , Demi Moore , Bruce Willis , Uma Thurman , Rod Stewart, Mick Jagger , Stevie Wonder , entre otros, son algunos de los nombres de las personas que han visitado este destino. Y aunque muchos dirían que son estos personajes los que han protagonizado la historia de Careyes, Filippo Brignone asegura que este lugar es mucho más que eso. Careyes es naturaleza, arquitectura, diseño, cultura, comunidad y medio ambiente. Aquí los elementos que han protagonizado la historia de Careyes durante 50 años:

Arquitectura

La arquitectura ha sido el motor más importante de Careyes y son varios los arquitectos que han puesto su grano de arena para crear el ya conocido “estilo Careyes”; Alberto Mazzoni, Diego Villaseñor, Jean Claude Galibert y Marco Aldaco son algunos de ellos. Este último, por ejemplo, innovó a través del estilo único de arquitectura de palapa a través de la villa Mi Ojo en 1975. Por lo general, las casas en Careyes se caracterizan por tener palapas de colores brillantes al exterior, ser blancas al interior con paredes de cemento curvadas y espacios al aire libre con impresionantes vistas del océano y los alrededores de la selva.

Comunidad

Según Filippo Brignone, una comunidad no puede prosperar a menos de que sea saludable en todos los sentidos. Fue por eso que se creó la Fundación Careyes con el fin de regresar algo a una comunidad que les ha dado tanto. A través de diferentes programas se busca preservar el medio ambiente y también, brindar educación, arte y cultura a los que habitan en Careyes.

Desde crear santuarios de tortugas hasta programas relacionados con educación, ecología, deporte y arte mismos atienden a 1200 niños de 11 aldeas locales. También, ser “verde” y sostenible se ha vuelto especialmente importante para esta comunidad en los últimos años. Las medidas para lograrlo incluyen la construcción de carreteras empedradas a mano con tierra y roca, iluminación exterior limitada durante las noches y disminución del uso del aire acondicionado a través de las ventilación cruzada.

S

ede de eventos de renombre

Hay muchas razones para visitar este destino, la principal se debe a la paz y la belleza natural que emana cada rincón. Para otros son las fiestas, pues a lo largo del año se llevan a cabo varios eventos de renombre y que atraen tanto a nacionales como internacionales incluido el Festival de Cine Arte Careyes , el festival de música Ondalinda que celebra la herencia mexicana, el Torneo Agua Alta Polo o la celebración del Año Nuevo Chino.

Aunque Careyes ha cambiado dramáticamente durante los últimos 50 años, éste ha logrado mantener su encanto porque su desarrollo no se debe a una razón económica. Las personas que visitan este destino son amantes de la naturaleza, del arte y la cultura. Careyes nunca ha crecido de manera desmedida y se ha logrado mantener un equilibrio entre comunidad y naturaleza. “Un lugar que crece nunca muere, un lugar que crece demasiado rápido es un lugar que muere”, dice Filippo Brignone. Cumpliendo la mitad de un siglo, los planes de la familia Brignone para Careyes son muchos y las posibilidades infinitas.