Madrid: El Inicio de un viaje muy top
El viaje comenzó en Madrid, a pesar del jetlag, Mariana Peralta y su primas Renata y Natalia Tort no perdieron tiempo y se lanzaron a explorar la ciudad. Una parada obligatoria fue la heladería MYKA, seguida de un gran día de shopping con outfits coquette. Estuvieron ahí por tres días y las noches madrileñas se llenaron de fiesta, preparando el ánimo para la siguiente etapa del viaje.
Segunda parada: Dubrovnik
Después de Madrid, el grupo voló a Croacia y se embarcó en un lujoso yate. Dubrovnik, con su Old Town amurallada y su imponente catedral, fue el primer destino. Disfrutaron de cenas exquisitas, vistas impresionantes desde el barco y la emoción de ver el partido de la Eurocopa entre Croacia e Italia con una rica cerveza en mano. Las calles de Dubrovnik ofrecieron un viaje en el tiempo y cada rincón fue una nueva oportunidad para explorar y disfrutar.
Korcula: Sol, Mar y Diversión
Esta isla fue una parada destacada, especialmente para Mariana Tort, quien quedó fascinada con el destino y lo recomendó con los seguidores del blog de su hija. Los días comenzaban con desayunos en el barco y continuaban con momentos de relajación bajo el sol y aventuras acuáticas como buceo, wave runners y paddle board. Las islas cercanas ofrecieron increíbles paisajes para disfrutar con gran compañía.
HVAR: Compras y Fiesta
En HVAR, la diversión continuó con un poco de shopping y más momentos de relajación en el jacuzzi del yate. La noche en Carpe Diem fue un highlight, donde el grupo, incluida Mariana Tort, disfrutó de la vida nocturna al máximo. Al día siguiente, la rutina de sol, descanso y disfrute de las comodidades del barco continuó con una visita a la famosa Gruta Azul, un lugar mágico y uno de los más impresionantes de Croacia.
El grupo también se dedicó al bienestar con sesiones de yoga en el barco, combinadas con días llenos de actividades acuáticas. La visita al pueblo donde se filmó "Mamma Mía Dos" fue una experiencia inolvidable, acompañada, por supuesto, de un delicioso helado. El último día del viaje fue una mezcla de espiritualidad y diversión acuática. Visitaron a la Virgen de Medjugorje, todos vestidos de blanco, cerrando el viaje con una nota de paz y gratitud.
