Platicamos con Victoria González Byass, ejemplo tradición en el mundo del vino

El fundador de González Byass

A los 23 años, Manuel María González Ángel, un hombre de carácter fuerte y espíritu emprendedor, fundó en 1835 la bodega González Byass en Jerez de la Frontera, España. “Esta región es muy especial para nosotros, no solo por su historia, sino porque es donde están nuestras raíces”, expresó Victoria.

Desde sus inicios tuvo claros los cuatro valores fundamentales que hasta hoy en día guían las acciones de la empresa: constancia, calidad, innovación y sostenibilidad. Creía firmemente que para alcanzar cualquier meta, tanto personal como profesional, era esencial trabajar duro y con perseverancia. Su compromiso con la calidad lo llevó a comprar las viñas desde el inicio, asegurando la excelencia de sus vinos.

Apasionado por la innovación, siempre estaba al tanto de los avances tecnológicos de su época, como el ferrocarril y el teléfono, aplicándolos en su empresa. Además, Manuel valoraba profundamente la sostenibilidad, cuidando a sus empleados, preocupándose por la ciudad y manteniendo una atención constante al viñedo. Estos valores se han transmitido de generación en generación, formando la esencia de González Byass.

Nuevos horizontes, mismos valores

En 2016, Gonzalez Byass dio un gran paso al adquirir su primera bodega fuera de su tierra en Chile y continuó su aventura en 2019 con la expansión a México. Esta movida ayudó a la empresa a crecer, abrazar y aprender de las distintas características únicas de cada región vinícola. “Cada bodega tiene su propio carácter y nos ha enseñado mucho sobre la diversidad y riqueza del mundo del vino.” Nos comparte Victoria

La mujer emprendedora y visionaria nos cuenta que la expansión ha sido una oportunidad para integrarse en nuevas comunidades y mercados, llevando consigo sus valores de sostenibilidad y calidad. “Cada nueva bodega nos ha permitido entender mejor las particularidades de cada región y adaptar nuestras prácticas para respetar y potenciar las características únicas de cada lugar” comenta.

Además de su expansión geográfica, Gonzalez Byass ha fortalecido su compromiso con la sostenibilidad a través de su plan People on Planet. Este plan integral se basa en siete pilares, divididos en dos grandes áreas: las personas y el medio ambiente. En cuanto a las personas, la empresa se enfoca en el bienestar de sus empleados, el apoyo a las comunidades locales y la relación con los consumidores, fomentando un consumo responsable y ofreciendo información clara sobre sus productos.

En la parte medioambiental, los pilares incluyen la descarbonización, el uso responsable del agua, el cuidado de la tierra y la circularidad. Actualmente, el 40% de la energía utilizada por Gonzalez Byass proviene de fuentes renovables, y más del 60% de sus viñedos cuentan con certificaciones de sostenibilidad. “Nos esforzamos por utilizar los mínimos recursos posibles y reutilizar todos lo que podemos para reducir los desperdicios”, añade Victoria.

Un legado para las futuras generaciones

Para Victoria González, la sostenibilidad no es solo una responsabilidad actual, sino una obligación con el futuro. “Creemos que la empresa nos la han prestado nuestros hijos, y tenemos la responsabilidad de dejarla igual o mejor”. Afirma. Esta visión a largo plazo asegura que cada paso que dan no solo respete su rica historia, sino que también construya un futuro más sostenible.

En México, González Byass ha establecido una presencia notable. La bodega en Valle de Guadalupe es un ejemplo de prácticas sostenibles y eficiencia en el uso del agua. Con viñedos antiguos y nuevas plantaciones en Ojos Negros, la empresa utiliza sensores y estaciones meteorológicas para optimizar el riego, asegurando que las plantas reciban solo el agua que necesitan. Además, la bodega ha desarrollado una parte de enoturismo con restaurantes que destacan por utilizar productos locales, integrándose así en la comunidad y el entorno local. “Es impresionante ver cómo un valle árido puede transformarse en un oasis verde y frondoso,” dice Victoria.

La bodega Veronia en La Rioja es otro ejemplo palpable de este compromiso. “Es completamente sostenible e integrado en el paisaje”. La bodega utiliza cuatro fuentes de energía: geotermia, aerotermia, térmica solar y fotovoltaica, y ha recibido la certificación LEED en versión Gold. “Es un orgullo para nosotros tener esta bodega que es tan sostenible y además una belleza,” añade.

González Byass demuestra que es posible combinar la tradición con la innovación y la sostenibilidad, creando un impacto positivo en el medio ambiente y en las comunidades a las que sirven. Con más de 180 años de historia, la compañía continúa liderando con el ejemplo, manteniendo su esencia familiar y su compromiso con la excelencia.