Michelle Torres está explorando nuevos horizontes, combina su pasión por la moda con su interés por la espiritualidad y el bienestar. A través de su trabajo en Kundalini y su enfoque en elevar su propia vibración, encontró una nueva forma de equilibrio y plenitud.
El camino a una vida auténtica: Michelle Torres habla de sus nuevos proyectos
La nueva Michelle Torres
Conocimos una parte de Michelle que quizás no es tan sencilla de percibir a través de la pantalla, ese lado vulnerable que nos hace humanos y permite que nos conectemos. Las redes sociales nos hacen testigos de vidas tan perfectas que nos parece imposible llegar a pensar que las personas con influencia o gran número de seguidores también tienen batallas internas, sentimientos e infinidad de problemas.
Si sigues a Michelle, seguramente de cierto modo te has vuelto parte de su historia, de cada paso de sus hijas… y posiblemente has querido replicar su estilo, pero más allá de su carrera profesional, Michelle ha navegado por un proceso personal de cambio. Su divorcio, aunque desafiante, ha sido una oportunidad de crecimiento. “A veces y sobre todo cuando una mujer termina una relación la gente lo ve como un fracaso y yo, al contrario, lo veo como parte de la evolución”, cuenta.
Con una actitud positiva y centrada en su propia espiritualidad, ha encontrado fuerza en su capacidad para enfrentar los desafíos con determinación. “La verdad me siento increíble, descubres tu verdadera fuerza cuando te pones a prueba y, honestamente, este proceso me ha mostrado una fortaleza que ni yo misma sabía que tenía”, comparte Michelle.
El 10 de enero despertamos con una inesperada noticia: a través de sus redes sociales, la influencer mexicana compartió con sus 541 mil seguidores el final de su matrimonio con Mateo Gorina Jofre . “Quiero compartirles que después de 20 años de relación , Mateo y yo tomamos la decisión de terminar nuestro matrimonio. Estamos bien y listos para comenzar una nueva etapa. Gracias por su apoyo”, escribió.
Ahora dos meses después de este suceso, Michelle explora nuevos horizontes en su vida, al combinar su pasión por la moda con su interés en la espiritualidad y el bienestar. Con una nueva perspectiva, se embarca en una etapa de autenticidad y servicio. Su enfoque en el bienestar físico, emocional y espiritual la ha llevado a explotar nuevas oportunidades, como convertirse en heath coach y profundizar en la espiritualidad a través de prácticas como la activación de Kundalini.
Al equilibrar su pasión por la moda con su crecimiento personal, Michelle demuestra que la autenticidad y el crecimiento espiritual pueden coexistir armoniosamente. “No ha sido nada fácil. Mi vida ha cambiado por completo en tres meses. Empecé todo el último año en la relación a trabajar todavía más en mí. Estuve súper enfocada en eso y pude vivir todo este proceso mucho más tranquila y súper convencida de mi decisión. Estoy muy conectada conmigo y con mi intuición y sé perfectamente que ese era mi próximo paso y lo que tenía que hacer”, nos cuenta Michelle.
La también diseñadora de moda se describe como una mujer rebelde, cuya misión es romper todas aquellas ideas estipuladas por la sociedad. Además su decisión de separarse de Mateo no solo fue un acto de autenticidad, sino también un poderoso mensaje para sus hijas y seguidoras. Les enseña que no deben conformarse con la infelicidad en las relaciones y les muestra un camino hacia la realización personal. Aunque el cambio puede ser complicado, Michelle ha guiado a sus hijas y ha creado un entorno positivo para esta nueva etapa. “Les estoy cortando dinámicas aprendidas de generaciones de arriba. Parejas que ya nada que ver, desconectadas, vivían en la misma casa, pero en cuartos diferentes y eso no quiero que les llegue a ellas. Y por otra parte, cuando los papás son felices, los hijos son felices”, dice convencida.
Dicen que la vida son ciclos, aunque se requiere un alto nivel de valentía para aceptar cuando es momento de cerrar uno de ellos, más aún cuando se trata de relaciones humanas. Algo que Michelle tiene claro es que todo cambia y nada es para siempre. “Tuvimos una relación de 20 años y, aparte, ni siquiera éramos una pareja que discutíamos ni nada. Lo que pasa es que llegó un momento que estábamos ya súper desconectados. Llegó un punto donde ya lo que le gusta a él ya no me interesa a mí y lo que me gusta a mí ya no le interesa a él. En el momento que me di cuenta de eso dije 'No me voy a engañar a mí misma y tampoco le voy a engañar. Entendí que yo ya no le podía dar eso que necesita en el sentido de pareja. Le voy a abrir las puertas para que alguien más se lo dé'", comparte la diseñadora.
La maternidad ha sido una parte integral de su vida y Michelle ha sido una madre dedicada que transmite valores de autenticidad y empoderamiento a sus hijas. Predica con el ejemplo, les ha enseñado la importancia de seguir su propia felicidad y crecimiento personal. “Han cambiado mucho mis planes y me siento más auténtica que nunca, siento que estoy volviendo a ser yo. Desde que nació Sienna he sido una mamá muy involucrada y me encanta, y así voy a seguir, pero siento que puedo volver a enfocarme más en mí. La moda me encanta y voy a seguir dedicándome a eso, pero he ido descubriendo que realmente mi pasión es más que todo lo espiritual. Ayudar, inspirar, todo eso lo hago y me llena el alma”, destaca.
En un mundo en constante cambio, Michelle muestra que cada ciclo de la vida es una oportunidad para crecer, aprender y evolucionar hacia una versión más auténtica de nosotros mismos. “Desde el principio, mi meta era hacer todo el proceso del divorcio de una forma madura, evolucionada. Tengo una muy buena relación con él, eso me da paz y la certeza de que mis hijas van a estar bien, que tal final del día es lo más importante para los dos”, finaliza.