Miembro de una de las familias más poderosas de México, Johanna Elias Slim siempre ha formado parte del ojo público y a pesar de buscar una vida tranquila y mantener un perfil bajo, la hemos visto crecer y convertirse en una artista de 23 años que, desde siempre, ha tenido grandes dotes para la fotografía.
Hoy, esta joven abre un poco más su círculo para celebrar su éxito, ya que se prepara para vivir su primer exposición en solitario.
Heredera del espíritu emprendedor de su papá, Arturo Elías Ayub y de la sensibilidad y gusto por la naturaleza de su mamá Johanna Slim Domit.
Johanna ha construido una carrera a partir de estas dos importantes cualidades y es por eso que su arte presenta el mundo a través del una mirada tranquila, lo que permite observar la grandeza que existe en las cosas más pequeñas a través de sus fotografías.
Desde que era niña, Johanna mostraba un interés peculiar hacia la fotografía, sin siquiera saber que era algo a lo que podría a dedicarse en un futuro, constantemente robaba el celular de su papá para capturar absolutamente todo.
Cuando cumplió 10 años le pidió su primera cámara a Santa y a partir de ese momento, no volvió a soltarla.
El amor y la pasión hacia este arte fueron creciendo de manera exponencial junto con ella y cuando llegó el momento de abrir su redes sociales creó una cuenta llamada Momentos Johanna en la cual simplemente buscaba compartir con los usuarios un pedacito de lo que sus ojos tenían la oportunidad de presenciar en las diferentes facetas de su vida.
Sin buscarlo, un mensaje llegó a su perfil y le dio un giro a la historia.
“Me escribió una persona para preguntarme cuánto cobraba por una sesión de fotos, en ese instante subí con mi papá y le dije que no sabía si tenía la capacidad de hacer un shooting y me acuerdo que me dijo ‘lánzate, no lo pienses y atrévete a hacerlo, ponte a investigar cuánto está cobrando la competencia y cómo funciona’, ahí me di cuenta de que podía convertir esa pasión en un trabajo entonces a los 18 años me pagaron mi primera sesión”, platicó la artista para nuestra edición de mayo de 2023.
No hay duda que el ejemplo es la mejor escuela y para Johanna el apoyo de sus papás ha sido invaluable. Si no hubiera sido por las palabras de impulso de su papá, quizá no habría iniciado su negocio y es que, aunque la gente podría pensar que gracias a sus apellidos ha sido más fácil tener sus oportunidades, es un hecho que ella siempre ha buscado no involucrar su carrera con el renombre familiar.
Johanna es la segunda de los hijos de Johanna Slim Domit y Arturo Elías Ayub y junto a sus hermanos Arturo y Alex han creado una linda y unida familia, la cual hemos podido seguir gracias a que su papá es muy activo en sus redes sociales a partir de su participación en Shark Tank México.
Sobre sus hermanos, Johanna confesó que son sus críticos más fuertes y han sido muy importantes para su crecimiento gracias a que son muy honestos con sus opiniones sobre su trabajo.
Por otro lado una de sus inspiraciones e impulsos más grandes ha sido su mamá, quien le enseñó a apreciar la naturaleza desde que era una niña y a encontrar la grandeza en las cosas más chiquitas.
De su papá ha conseguido grandes consejos para la vida y, por supuesto, para los negocios y en la plática que tuvimos con ella nos compartió uno de los más importantes
“Me dijo que disfrutara el camino, no sabes si esto te va durar cinco años, pero ahorita es lo que te apasiona, llegas feliz y te está generando ingresos; le diste en el clavo, convertiste tu pasión en negocio ¡disfruta! Van a haber días malos, días buenos, días en los que sientas soledad por estar emprendiendo, decisiones difíciles que vas a tener que tomar solita pero disfruta el camino”.
Si bien este gusto por el arte ha sido algo que la ha acompañado toda la vida, su etapa profesional inició a sus 18 años, cuando empezó a compartir su obra.
Entre sus primeros clientes estuvo su papá, quien en 2021 presentó su libro El Negociador, para el cual ocuparon uno de los retratos hechos por su propia hija.
Sobre la venta de sus piezas, Johanna recuerda que la idea de crear este negocio fue casi espontánea y se hizo realidad gracias al actor y fotógrafo Jan Cárdenas. La intención de regalarle a su papá una de sus fotografías unió a Johanna y a Jan para buscar la imagen ideal y de esta búsqueda surgió “Ir y venir” –foto del mar que se ha convertido en su más vendida.
Cuando llegó a su casa con el regalo, junto a su papá pensaron hacer una broma a sus hermanos diciendo que la fotografía era de otro artista, a ellos les encantó, su reacción que súper positiva, y esto la incentivó y le dio la confianza para crear su propio negocio.
Johanna es egresada del Tec de Monterrey, de la carrera de Comunicación y Mercadotecnia, lo que la acercó aún más a la fotografía, ya que como parte del programa tuvo esa asignatura en la que aprendió todo lo técnico.
Sin embargo, gracias a su hambre de conocimiento se sumergió en el tema con distintos libros y cursos online, aunque su mejor escuela ha sido la relación con distintos fotógrafos de quienes ha aprendido mucho en la práctica.
Mayo significa para Johanna un mes súper importante y el motivo principal es porque inaugura su primera exposición. Casa Hotbook fue el lugar que eligió para esta ocasión y aunque es un espacio que no está abierto aún al público, resultó ideal para albergar sus piezas gracias a sus colores neutrales en los que restaltará a la perfección todos los detalles de sus fotografías.
“Esta muestra me emociona mucho, es mi proyecto más grande hasta ahora como fotógrafa, voy a imprimir mis obras favoritas y es la primera vez que expongo mi trabajo ante mi familia, amigos y mi novio que, aunque lo han visto en digital, muchos no lo han visto tangible y eso me tiene muy contenta”, nos comentó.
