“Siento que llevo en esto desde que nací”, Así inicia nuestra plática con este joven heredero de uno de los antros más icónicos de todo el País, el Baby O.
Del Baby al Honey, el nuevo night club de Allan Cesarman
Es miembro de la familia Cesarman, que en las décadas de los ochenta y noventa hicieron brillar el puerto de Acapulco como nunca antes, gracias al éxito desbordado del lugar que fue el favorito de personajes como Luis Miguel, Miguel Alemán Magnani, los Camil, los Velasco y, en general, todo México.
Las miles de historias que se contaron dentro de los muros del Baby son casi míticas, y Allan Cesarman nos platica que esta es una de las cosas que más le gustan de formar parte de esta familia. “El Baby fue cómplice de muchas anécdotas de miles de personas, me tocaba que en la secundaria mis amigos me contaran que sus papás se conocieron en el Baby o que incluso fue ahí en donde se comprometieron”, platica nostálgico.
“Casi casi pusieron mi cuna en la cabina del Baby y ahí me dormían”, por lo que resulta casi obvio que cuando llegó el momento de desarrollarse profesionalmente eligiera un negocio similar al de la familia y crerara Honey, un club privado que ha sido su forma de debutar en este mundo.
Este apasionado joven ha tenido la oportunidad de aprender de los mejores. Los meseros, capitanes y todos los trabajadores del reconocido antro que en septiembre del año pasado cerró sus puertas, han formado parte de su vida desde el momento de su nacimiento. “La gente que trabajaba ahí tiene 40 años de experiencia y si no son ellos, ahora están sus hijos, es toda una familia, y nada me puede hacer más feliz que formar parte”, comparte.
No cabe duda que su papá ha sido su principal guía en este camino que muchas veces no ha sido fácil de recorrer. “Me inspira mucho como él ha hecho las cosas, es el tipo de persona que hace las cosas una vez y las hace bien, no le gusta dejar fuera ningún tipo de detalle, sigo su ejemplo en hacer todo de la forma correcta desde el principio, especialmente en las operaciones de los antros”, platica orgulloso.
Aunque el Honey tiene un concepto totalmente distinto al que en su momento tuvo el Baby, no cabe duda que éste fue la fuente de inspiración para Allan ya que busca que esta nueva promesa tenga excelente seguridad y servicio de calidad, dos factores que jamás faltaron en el Baby. “Nos enfocamos mucho en la privacidad de nuestros clientes, no tenemos publicada la dirección en ningún sitio por lo que no es un lugar que vas a encontrar por coincidencia”, afirma.
Existe un consejo que ha acompañado a los Cesarman por generaciones y probablemente el éxito que han tenido a lo largo de los años se pueda adjudicar a éste: “Mi abuelo le decía a mi papá ‘si vas a hacer las cosas hazlas bien desde el principio ya que te cuesta lo mismo hacerlo bien que mal’, esto es algo que siempre pienso antes de empezar con un proyecto”. añade.
Allan se siente orgulloso de este nuevo proyecto, ya que esta es la primera vez que lo hace técnicamente solo. Dentro de sus planes está crecer y abrir distintos lugares con conceptos diferentes, claro que hay mucha presión de por medio, pero hasta ahora y a tres meses de abrir las puertas al Honey ha recibido muchos comentarios positivos de la gente que los visita, cosa que lo mantiene motivado y sumamente entusiasmado de poder seguir con legado de su familia.