Lázaro Mizrahi y Andrés Vallejo se unen para cumplir sueños

Andrés inició dedicándose exclusivamente al mobiliario para eventos con Antika, una empresa que fundó con dos socios más justo cuando terminó la prepa y luego de haberse hecho de algunas piezas que utilizaba en los eventos que montaba. Pero con el tiempo sus clientes se fueron percatando de sus amplias habilidades de planeación y organización y al pedirle estos servicios se vio orillado a fundar Andrés Vallejo Pumarejo su firma en solitario.

Por su parte, aunque Lázaro no se dedicó exclusivamente a su proyecto al terminar la escuela, si continuó ofreciendo sus servicios “cuando se empezaron a casar mis amigos o iniciaban las pedidas para sus novias; me buscaban para que les ayudara con toda la logística”, platica, pero dedicaba la mayor parte del tiempo a trabajar en la empresa familiar dedicada a la distribución de telas de decoración para tapicería, lo que hizo que hace aproximadamente cinco años conociera a su actual socio.

Aunque al principio su relación era solo de proveedor y cliente, ya que Andrés compraba con Lázaro las telas para su empresa Antika, dos años y medio más tarde se unieron para formar Vallejo+Mizrahi dupla con la que con la que podrían llegar a una mayor cantidad de clientes, ya que al ser uno católico y el otro judío, de esta manera podrían participar en la organización de eventos para ambas religiones.

Desde que unieron sus capacidades, tanto Lázaro como Andrés han aportado al proyecto mucho conocimiento sobre la industria que, desde hace unos años, se ha transformado, especialmente en cuanto a bodas se trata, ya que cada vez son más específicas las parejas con lo que quieren y han logrado consentir a todos sus clientes bajo la premisa que ellos no ven problemas sino que encuentran soluciones.

“Dentro de los eventos que hemos compartido Andrés y yo hemos hecho muy buena mancuerna porque los novios tienen lo mejor de ambos mundos, por ejemplo, yo estoy un poco más interesado en los temas de moda, vestidos, detalles, y Andrés siempre se enfoca en los intereses de los novios”, y así es como van desarrollando el tema del evento y empiezan el trabajo para cumplir los sueños de cualquiera.

Pero su labor no solo se limita a conseguir mobiliario, contratar al dj, hacer pruebas de menú o elegir la decoración, o las distintas ocupaciones que alguien sin conocimiento sobre planning podría pensar, esto porque su mayor interés al trabajar, principalmente, con novias, es generar en ellas la confianza y un compromiso que va más allá del trabajo. “nos convertimos casi que en psicólogos, pasamos por varios procesos y al final generamos un buen bonding con las novias y nos convertimos en uno de sus amigos más cercanos, de hecho hasta tenemos clientes con los que aun luego del evento y del trabajo en conjunto salimos a cenar, como amigos!, menciona Lázaro.

Sobre los retos a los que se han tenido que enfrentar Andrés nos platica que cada evento es único y que en muchas ocasiones las exigencias van superando a sus clientes pasados y se atreven a compartirnos una increíble anécdota en la que “nos pidieron liberar mariposas blancas al momento de partir el pastel, hicimos un happening muy al estilo Mikonos, trajimos a varios artistas, instalamos un circuito cerrado para jugar a hacer kiss cam, shot cam, trajimos dulces desde Mansoura, en Nueva York y gomitas para Julie Junk desde Miami. Fue un tema de logística impresionante. Hicimos 14 días de montaje y sin duda ha sido el evento que más nos ha puesto a prueba”, menciona Lázaro; “a mí me tocó ser el que liberaba las mariposas”, bromea Andrés.

Su capacidad de asombro ya está encurtida, por lo que ambos jóvenes creativos tienen todo lo necesario para cumplir los deseos de cualquiera.