Es cierto, vivimos un momento vibrante para la diversidad. Pero aún hay historias de acoso, represión y discriminación que nos recuerdan la importancia de seguir visibilizando la libertad. Estas historias son un contundente testimonio.
El stylist Pablo Rivera comparte este testimonio. Este texto se publicó en la edición 461 del mes de junio de Quién con el título My Coming Out Story.
Salir del closet es abrirte al mundo y lo cierto es que yo viví durante muchos años en un mundo muy pequeño: en un pueblo en Chihuahua. La cultura machista, el “deber ser”, pero por otro lado, mucho mink y joyas me rodearon en mi infancia.
Desde que tengo uso de razón me he identificado diferente. Fue hasta que me fui a vivir a Monterrey, otro rancho, que pude abrir mi sexualidad y logré identificarme como este ranchero postmoderno y enjoyado que soy.
Todo ocurrió un día que salí de fiesta con mis amigos y sólo se me venía a la cabeza que no podía dar esta noticia en mis cinco sentidos, así que seguí tomando y la información se fue aflojando. Todo terminó con risas, abrazos y rodeado de personas con las que me sentía seguro.
Si de algo se trata la vida, es de celebrar nuestra diferencia.
Mucho de mi historia de vida se une con mi trabajo creativo. En mi intento de desafiar ideas nostálgicas del pasado para provocar el futuro. Eso es The Bóveda, eso soy yo y eso es finalmente la sexualidad.
En mi familia cuando salí del closet seguí siendo Pablo — “Pablo, el que se salió del rancho”—, y a mis ojos el que se liberó y salió a la vida.
Si algo he aprendido es que todos somos iguales en tanto que somos diferentes y creo que si de algo se trata la vida, es de celebrar nuestra diferencia.
