¡Celebramos Pride! Pedimos a destacados integrantes de la comunidad LGBTIQ+ que compartieran su historia de libertad y valentía. Este es el relato del actor José Peralta.
Es cierto, vivimos un momento vibrante para la diversidad. Pero aún hay historias de acoso, represión y discriminación que nos recuerdan la importancia de seguir visibilizando la libertad. Estas historias son un contundente testimonio.
El actor José Peralta comparte este testimonio. Este texto se publicó en la edición 461 del mes de junio de Quién con el título My Coming Out Story.
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José Peralta,
actor
A los 11 años empecé a dudar si el hormigueo que sentía al ver las fotos de las cajas de calzones en el súper significaba que yo era gay. Ese hormigueo estuvo ahí desde que tengo memoria, ya fuera en la zona de ropa interior o abrazando a ese niño especial que conocí en primaria. Pero logré enfrentarlo hasta esa edad. Sentí mucho miedo, y rechazo hacia mi mismo, busqué cualquier forma posible de evitar llegar a la conclusión de que yo era lo que llamaban “puto”. No pude guardarlo más y le dije a mi mejor amiga: “creo que soy gay”.
Al decirlo, finalmente sentí un abrazo a esa parte de mí. No se si volveré a respirar tan profundamente como lo hice en ese momento. Obviamente me solté en lágrimas y ella me dijo: “¿Se siente bien verdad?” Y, pues sí, nunca me había sentido tan bien.
De mi historia aprendo que todxs tenemos la oportunidad de crear espacios seguros para personas que necesitan convertir dolor y miedo, en crecimiento y libertad.
No mucho tiempo después, mis papás me llamaron para “platicar”. Resulta que leyeron en uno de mis chats que me gustaba un niño (ese niño especial de la primaria). Definitivamente no estaba listo para esa conversación, pero fue todo lo que soñé. Me dijeron que me amaban exactamente como era y que, aunque no sabían mucho, tenían toda la disposición de aprender conmigo. Ahí se creó un espacio seguro y es gracias a este espacio que vivo en completa libertad con mi familia y con todas las personas que me rodean. Sé que soy enormemente afortunado. De mi historia aprendo que todxs tenemos la oportunidad de crear espacios seguros para personas que necesitan convertir dolor y miedo, en crecimiento y libertad.