El empresario Alberto Baillères falleció a los 90 años. Dejó de ser el presidente de Grupo Bal en mayo de 2021, un emporio conformado por varias empresas como la aseguradora GNP (Grupo Nacional Provincial), Profuturo, el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), El Palacio de Hierro, la casa de bolsa ValMex, las mineras Peñoles y Fresnillo y Espectáculos Taurinos de México, entre muchas otras y desde entonces, cedió las riendas del conglomerado a su hijo Alejandro.
La familia Baillères es una de las más acaudaladas del país. De hecho, Don Alberto Baillères ocupó el sexto lugar en la lista 2020 de Los 100 empresarios más poderosos de México. De acuerdo con Bloomberg, al día de hoy, la fortuna del empresario asciende a nueve mil 500 millones de dólares. En la última edición de este ranking de Expansión, cuando entonces Alejandro Baillères solamente era vicepresidente de las industrias de la familia, ocupó la posición 31, tras el nuevo nombramiento, el empresario subió para ubicarse en el Top 10, especialmente porque la diversificación de sus empresas les permitió salir airosos de la crisis económica provocada por el Covid-19.
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La joya de la corona
En 2015, gracias a don Alberto Baillères, se inauguró en México la tienda departamental más lujosa de toda Latinoamérica: El Palacio de los Palacios. En Homero 1212, Polanco, se encuentran desde entonces las firmas de moda más exclusivas del mundo: Dior, Chanel, Louis Vuitton, Ferragamo, Gucci, Balenciaga, Carolina Herrera, Alexander McQueen y Saint Laurent, entre muchas otras. La lista es larga y podría seguir.
El Palacio de Hierro ha traído grandes satisfacciones a la familia al convertirse en una de las tiendas favoritas de la sociedad mexicana. En los tiempos de gloria de don Alberto se lanzó la campaña Soy Totalmente Palacio, misma que posicionó a la tienda en otro nivel y en la preferencia de sus clientes. Incluso se dice que él es el autor intelectual del famoso slogan y trabajó codo a codo con los creativos en el diseño.
Don Alberto fue un empresario destacado en nuestro país. De hecho, en 2015 se le otorgó la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República que sólo se le da a los ciudadanos más eminentes y él fue uno de ellos. "Aprecio mucho esta condecoración, aunque admito que el único mérito para recibirla es mi gran amor por México, que es lo que me mueve y me ha movido siempre", dijo en su momento.
¿Quién es Alberto Baillères?
A pesar de haber nacido en una familia acomodada de Silao, Guanajuato, dedicada al comercio agrícola (su padre, Raúl Baillères, compraba y vendía frijol, trigo, maíz y otros cereales), él no fue para nada un niño consentido, todo lo contrario.
Su origen acomodado provocó que algunos personajes del mundo de la política le guarden recelo por considerarlo "niño bien", pero ignoran que nadie le regaló nada. Toda su vida fue de trabajo. Prueba de ello es que su retiro llegó a los 89 años de edad, a punto de cumplir nueve décadas de vida.
Don Alberto fue un católico creyente, fue educado a la antigüita. En su casa, la disciplina lo era todo y la educación estricta, el trabajo era prácticamente de lo único que se hablaba.
Nació el 22 de agosto de 1931 en la Ciudad de México, en 1950 se graduó de la Academia Militar Culver en Indiana y siete años después recibió su título de licenciado en economía en el ITAM, universidad fundada por su papá.
Nunca esperó una herencia porque don Raúl fue un padre muy exigente que empujó a sus hijos a labrar su propio camino. Así que desde joven don Alberto tuvo que trabajar en otras empresas que no fueron las familiares: fue vendedor de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, donde llegó a ser gerente; trabajó también como gerente en el Banco de Comercio.
"Uno tiene que ser romántico acerca de su trabajo. Ser emprendedor es un arte más que una ciencia, un arte que pocas personas entienden totalmente", contó a la revista Expansión en 2015.
Tenía la intención de estudiar una maestría cuando la muerte repentina de su hermano mayor interrumpió su deseo. Fue entonces que don Alberto tuvo que tomar el relevo generacional y trabajar para la empresa familiar. Fue el segundo de cuatro hermanos y se le dio nombre en honor a su abuelo.
Siempre honró la educación que recibió de su padre con trabajo duro, honesto y pensando en los demás hasta generar al día de hoy más de 75 mil empleos en su país, porque si de algo se sintió muy orgulloso es de ser mexicano. De su madre heredó el gusto por la poesía, en especial por la de Amado Nervo.
¡Hasta siempre al 'Rey Midas' mexicano, Alberto Baillères González!
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¿Quiénes son sus hijos?
Sabía el valor del dinero y de lo que cuesta ganarlo, así que don Alberto no fue un padre especialmente espléndido. Para nada. Con sus siete hijos, Alberto, Alejandro, Juan Pablo, Raúl, Javier, Mauricio y Tere fue sumamente estricto, igual que su padre lo fue con él.
Por increíble que parezca, ellos saben de austeridad y ahorro, nunca dio a manos llenas, pero esa fue su manera de demostrarles cuánto le importaban y cuánto los quería. Tenía una debilidad por su hija Tere, a quien considera “la perla de la familia”.
Sólo tres de sus hijos trabajan en Grupo Bal. Raúl es gerente, Juan Pablo maneja las ganaderías y ahora Alejandro se convirtió en el nuevo presidente del grupo.
Así fue su majestad, al que le encantaba la música de Luis Miguel
El rey del lujo en México fue un hombre que adoraba a su esposa, Tere Gual Aspe, con la que duró más de medio siglo casado. Era romántico y la llenaba de piropos todo el día.
Tere por su parte es una de las mujeres más elegantes. Tiene un sentido de la elegancia como nadie. Solían viajar juntos, casi nunca se separaban.
Los Baillères-Gual no tenían una vida social intensa como la suelen tener otros matrimonios del ambiente de poder en nuestro país. Más bien eran muy reservados y sólo llegaban a frecuentar a Doris y Juan Beckmann, propietario de Casa Cuervo, entre otros pocos.
"Me volví casi invisible para mis amigos y para la sociedad porque me di cuenta de que necesitaba de toda mi energía para estar con mi familia y dirigir una empresa. Casi no hubo tiempo para hacer cualquier otra cosa", le comentó el empresario a la revista Expansión.
La muerte de su hijo Mauricio, el 13 de enero de 2014 debido a un infarto al miocardio, fue un capitulo que unió más al matrimonio. Fue algo muy doloroso para ellos.
A don Alberto le encantaba escuchar la música de Luis Miguel, al que fue a ver en varias ocasiones.
Tenía dos grandes pasiones, los toros y el mar. Era dueño de varias ganaderías tanto en México como en España, Begoña, San Miguel Mimiahuapan, Santa Teresa, San Martin y Zalduendo, que compró a Fernando Domecq. Desde que los Baillères la compraron, esta última tuvo un desempeño extraordinario en España.
En 2014 los medios españoles hicieron eco de que el torero Miguel BáezEl Litri vendió su hermosa finca Los Guateles, por 11 millones de euros, al entonces presidente de Grupo Bal. Un lugar excelente para colocar a la ganadería Zalduendo.
Ubicada en el municipio de Cáceres y muy cerca de Aliseda, España, la propiedad cuenta con un terreno de mil 400 hectáreas y en ella se llevó a cabo la boda de El Litri con Carolina Herrera hija en 2004.
Don Alberto y su esposa Tere le hicieron una profunda remodelación a esta propiedad. El matrimonio supervisó las mejoras y quedó decorada con un gusto exquisito. Cuando esta propiedad pertenecía al torero español, la fachada era color rojo ladrillo, ahora es blanca y en ella se pueden ver las iniciales B de Baillères y Z de su ganadería Zalduendo.
En 2008, mandó construir a la empresa Hamburgo Blohm + Voss, con el reconocido diseñador Terence Disdale, el yate Maya Queen, de 92 metros de largo y 22 de ancho, y un valor de 140 millones de dólares. Cada año la familia se reúne en él para navegar por Europa.
Tras pasar la estafeta a su hijo Alejandro, Baillères dejó huella importante en el mundo de los negocios y el listón muy alto a Alejandro, quien seguramente imprimirá un nuevo estilo y su visión en Grupo Bal.
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¿Quién es Alejandro Baillères?
Alejandro Baillères recibió una educación muy parecida a la de su padre, incluso estudió en la misma academia militar de Culver como otros miembros de su familia. Es egresado de la Universidad de Stanford y fue el único de los hijos de don Alberto que trabajó en varias de las empresas familiares. Esa experiencia es lo que lo ha llevado hoy a ser el nuevo capitán en el emporio de los Baillères.
Se casó en octubre de 2005 con Sofía Aspe Bernal, hija de Pedro Carlos Aspe Armella, economista y Secretario de Hacienda y Crédito Público en los años 1988 a 1994 en el sexenio del presidente de México Carlos Salinas de Gortari.
El abuelo de Sofía trabajó para don Alberto en la década de los 60. Con ella tuvo dos hijos, Alberto y Alejandra. La pareja se divorció en 2011 y desde entonces Alejandro, se sabe, no ha querido casarse nuevamente.
El empresario es muy discreto con su vida personal y se conoce poco de él en ese sentido. En 2015, se le relacionó con la modelo de origen israelí Bar Refaeli luego de ser vistos en un restaurante y otros hot spots de Los Ángeles. Fueron presentados por amigos en común en un evento previo a los Globos de Oro y empezaron a salir, sin embargo, días después la ex novia de Leonardo DiCaprio desmintió que tuviera una relación sentimental con el heredero.
Hoy es considerado uno de los solteros de oro en México y sobre sus hombros cae el peso y futuro de unos de los emporios más prominentes de Latinoamérica, así como el legado que le ha confiado su padre, don Alberto Baillères.
El relevo empresarial es tan importante en la esfera económica del país que fue tema de la mañanera del 30 de abril pasado; el presidente Andrés Manuel López Obrador lo describió como un mensaje de certeza económica.
AMLO aceptó, en Palacio Nacional, la importancia de Grupo Bal en la economía mexicana. "Empresas que son una muestra de confianza y estabilidad económica para el país".