Como trabajo final de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana, Monique Yaffe y Ronit Tartakowski se pusieron las pilas para crear un producto que además de ser útil tuviera un impacto en el ámbito social del país. Como idea inicial, diseñaron una hamaca mecedora para bebés de la mano de artesanos originarios del Estado de México y dos años después impulsaron su proyecto, convirtiendo su pasatiempo en una marca hecha y derecha denominada Zäna Artesanal. Hoy, gracias al concurso de televisión, Shark Tank, cuentan con el apoyo económico de Patricia Armendáriz, quien se volvió parte de su equipo como socia.
Monique Yaffe y Ronit Tartakowski presentan su línea de juguetes para niños
Uno de los best sellers de Zäna Artesanal es “Bini”, una hamaca mecedora para bebés de cero a ocho meses, que posteriormente puede tener uso de banco para que los niños lo puedan utilizar hasta los 12 años. También existe un banquito, canastas, sonajas, peluches y cobijas de apego realizadas a mano por artesanos de la comunidad de Dongú, en el Estado de México. Además esta firma es eco-friendly, pues la tela utilizada son sobrantes de trapillo y la palma es cien por ciento natural.
Con Zäna buscamos acercar a los consumidores a la comunidad Otomi.
Todos los productos de la marca están inspirados y creados a partir de las raíces de la comunidad Otomí, y además de acercarnos al dialecto con los nombres de los productos, buscan contarnos la historia que hay detrás de cada persona que hace algún producto de Zäna. Por ello, en todas tus compras recibirás una tarjeta escrita por la persona que realizó tu producto.
En esta época navideña regala algo mexicano y aprovecha la edición limitada de Zäna. Sólo da clic aquí y conocerás toda su tienda.