Cuando necesitamos solucionar problemas legales y no conocemos un abogado de confianza, generalmente optamos por contratar a una persona mayor, ya que la edad nos hace pensar que con su experiencia el caso se resolverá de inmediato. Víctor Martínez, de 42 años, y Abraham Cherem, de 25, trabajan por cambiar esta mentalidad y demostrar que la experiencia no sólo la obtienes con la edad, sino con el trabajo duro.
El despacho jurídico de Abraham Cherem y Víctor Martínez
Los socios se conocieron cuando Abraham cursaba preparatoria y empezó a trabajar en el despacho donde estaba Víctor, lugar donde fueron testigos del potencial del otro. Pero fue hasta el 2018, cuando regresó Abraham de la estudiar en Barcelona, que decidieron emprender y abrir su propio despacho Cherem Martínez Abogados.
Con tan solo dos años y medio de haber fundado su propia firma han crecido exponencialmente, y no sólo en cuestión de equipo, sino también de la fama que han ido creando. Ellos llevan asuntos referentes a derecho civil y mercantil, litigio familiar, constitucional y administrativo, además de ofrecer soluciones a controversias. ¿Cómo se dividen el trabajo? Ambos analizan los casos junto con el equipo, Víctor aporta el conocimiento con base en la experiencia y Abraham lleva a cabo los juicios con ideas novedosas, siendo la mancuerna perfecta.
Queremos consolidarnos como uno de los despachos jurídicos más importantes.
Una de las filosofías más importantes de Cherem Martínez Abogados es la oportunidad que dan a los jóvenes para desarrollarse, pues una de sus creencias es que para tener éxito en el mundo de las leyes deben forjar experiencia del trabajo duro desde los inicios de la carrera laboral. En este despacho no existen discriminaciones en cuanto a edad o experiencia, ellos buscan abogados con ganas innovar y arriesgarse.
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