Una niña, una hoja en blanco, muchos lápices de colores y cientos de ideas que cobraron vida en forma de bocetos de vestidos. Mariana Levy todavía recuerda, entre risas, las incontables veces que en el colegio dibujó los diseños que sus amigas usarían en sus bodas. El universo de la moda ya se asomaba en su destino y todo apuntaba que este mundo sería en el que, la ahora diseñadora mexicana, explotaría toda su creatividad.
Fiel a su estilo de vestir, Mariana tiene claro que la moda es una forma de expresar quién eres y desde que tiene memoria ha sentido una conexión indiscutible con las telas, las siluetas, los colores, los prints, los diseñadores y todo aquello que representa moda. Con el tiempo, las ideas abandonaron los bocetos para convertirse en piezas reales, Mariana empezó a diseñar vestidos para amigas, su éxito fue tal que la voz se corrió y en poco tiempo, ya contaba con una cartera de clientas que querían usar sus diseños en los eventos más especiales. Sí, su sueño se había materializado en una marca que ofrecería piezas contemporáneas hechas a la medida llamada Maria Ana.