¿A qué lugares has podido llevar tu obra?
He tenido la fortuna de llegar a la Bienal de Venecia en 2013 y 2015. Me invitaron para integrarme al pabellón de Latinoamérica, donde tuve la oportunidad de hacer un estudio sobre las especias, o sea, de todos eso colores y olores que podemos encontrar en los mercados de México, Europa, Asia, África y el mundo. En realidad América fue descubierta en la búsqueda de nuevas rutas para transportar especias, y son algo en lo que todos los mercados del mundo tienen en común. Saqué muestras de todo eso y los coloqué en 88 recipientes en forma de hexágono y así armé una instalación en Uruguay para después llevarla a Venecia, Irlanda, Inglaterra, Estados Unidos, etc. La obra también fue comprada por varios museos.
Cuéntanos también del museo que próximamente se abrirá en Los Cabos y en el que estás apoyando con tu fundación...
Es algo que nos cayó del cielo. Llegué a esto por invitación de la bióloga Graciela Tiburcio, de una importante organización que ayuda a la naturaleza, en especial a las tortugas, ballenas y aves de la zona. Ella me llevó al museo de las ballenas en La Paz, pero que tristemente ya estaba cerrado a pesar su extraordinaria colección de huesos de animales marinos, entonces era obvio que necesitaban un nuevo lugar, así que hicimos equipo para encontrar un nuevo espacio, porque incluso les robaron gran parte del acervo que tenían. Llegamos con la gente del Municipio de Los Cabos y vimos que tenían un espacio en la plaza principal de San José, entramos en diálogo con la presidenta municipal y su gente y nos comprometimos a hacernos cargo del lugar como fundación. El Museo de La Brea de Los Ángeles está muy interesado en colaborar con nosotros para exhibir este acervo en todo el mundo. Esperamos abrirlo en los próximos meses, aunque la situación del Covid-19 lo ha retrasado todo.