Cassandra de la Vega y su camino espiritual que le cambió la vida

Cuando recibió la noticia que su mamá estaba enferma, hace nueve años, inició su camino espiritual. Ambas buscaron la medida de ayudar a su tratamiento con medicina alternativa: lo primero que probaron fue Reiki y posteriormente se acercaron a una guía espiritual. Ahí entendieron muchas cosas del cuerpo y de la herencia que nos transmitieron nuestros antepasados que nos provocan ciertos comportamientos o enfermedades.

Investigando qué era lo mejor para sanar su cuerpo y entrar en paz, la tapatía junto con su mamá, encontró videos en Youtube de meditaciones guiadas, mismas que practicaban todas las noches, además de probar imanes y otras técnicas, donde despertaron su curiosidad por el tema. Una de las mejores terapias que encontraron para el cuerpo y alma, fue Kundalini Yoga: ahí aprendieron a respirar correctamente y meditar por ellas mismas.

Después, tomaron un curso de meditaciones guiadas en donde aprendieron a transmutar la energía de su cuerpo y anclarse al centro de la tierra para poder enfrentar con la mejor cara a las noticias que recibían. Ahí fue cuando se clavó por completo con el tema sin dejar a un lado la religión católica.

Sin embargo, al viajar a Asia, la influencer hizo mucho clic con el budismo y fue cuando empezó a cuestionarse de dónde vienen muchas cosas y su por qué. ¿Su conclusión? La mayoría de las creencias que tenemos son por herencia. A partir de ahí, Cassandra ha trabajado en eliminar esos patrones hereditarios para enriquecerse y creer en lo que le nace. Al regresar a México empezó a conocer mucho de Kundalini Yoga gracias a una de sus mejores amigas @dearmilano y meditación, ahora es lo primero que hace todos los días al despertar, aseguró que con esto se encarga de nutrir su alma.

Además, Cassandra nos dio una mini probada del proyecto que trae ahora: juntó dos de las cosas que más le gustan, la espiritualidad y la feminidad. En él aprenderemos a hacer las paces con la feminidad y trabajaremos en la aceptación de nuestros antepasados involucrándolos con el presente. La idea nació de su trabajo, al ser consultora en imagen, muchas veces le tocaba ser “la psicóloga” con sus clientas, aquí se dio cuenta que hay muchos temas de amor propio por resolver con las mujeres.

Nos dijo Cassandra.

Finalmente reconoció que tuvo una mala época sin amor propio, buscando aceptación y luchando contra ella misma. El proceso de trabajar en su interior fue un shock para la influencer, pero hoy en día es la base de su trabajo: quererse y encontrar marcas que tengan los mismos valores que ella, logrando así desarrollar una nueva filosofía.