Julio Uribe al rescate de una hacienda histórica

El sueño frustrado de Julio de ser arquitecto se volvió realidad cuando empezó este proyecto. Desde chiquito, cuando iba camino al rancho de sus abuelos en Hidalgo, le llamaba mucho la atención éste edificio que estaba en ruinas, pero fue hasta el 2015 que junto con sus socios logr´ó adquirir la Hacienda Zotoluca.

El empresario ha vivido la mitad de su vida en el campo, por lo que conoce perfectamente cuáles son las necesidades de éste y la importancia que tienen las haciendas al proveer trabajo y alimentos para su comunidad. Cuando el adquirió lo que llama su “castillo mexicano”, se dio cuenta que tenía que darle un funcionamiento especial, por eso decidió llevar el proyecto hacía el ámbito turístico y del diseño, convirtiéndolo en un hotel boutique.

La transformación empezó cuando encontraron los planos originales del arquitecto Antonio Rivas Mercado, el creador del Ángel de la Independencia. Al conocer este dato, los socios decidieron restaurar el edificio para que mantuviera la idea principal de uno de los íconos arquitectónicos más importantes del país. Cinco años después, la casa principal ya está lista, pero la construcción de las áreas comunes que el hotel tendrá para ofrecer todavía siguen en construcción.

Este exclusivo alojamiento consta de 26 recámaras dobles con nombre de plantas, además de una decoración llena de obras de arte y artículos originales de la región con un estilo exquisito. Todo lo que veas en el cuarto lo podrás comprar y llevarte el recuerdo de los momentos de paz en el hotel. Uno de los secretos revelados por Julio, es que cada habitación tiene una placa en el techo contabilizando la cantidad de materiales, además de reconocer el trabajo de las personas que participaron en la construcción de éste.

El estilo del hotel se va construyendo solo, el empresario comentó que él con su creatividad va diseñando de acuerdo a las necesidades que existan. Inspirado en la magia del lugar y la historia de México va dibujando con su propia mano junto con el arquitecto Fernando Marín y produciendo junto con el gran equipo de herreros y albañiles.

Cada rincón tiene un toque especial y lleno de amor, uno de los que más enorgullece a todos es la capilla. Este lugar es muy especial, es un homenaje a la Virgen de Guadalupe, con un muro compuesto de 146 rosas de acero hechas por ellos. Otro de los secretos del lugar es que tiene mucha simbología numérica.

En un futuro nos podremos encontrar con un spa, albercas, canchas de tenis, ciclopista, actividades de hiking y equitación y un campo de tiro. Para hacerlo una experiencia completa, gran parte de su comida está hecha en casa como el pan, la miel de abeja en sus centros de apicultura e incluso tienen su propio huerto. Julio es amante de los animales, le gustaría en algún día poder rescatar aves rapaces que están en peligro de extinción en esa región como halcones, tecolotes, águilas entre otros.

Ellos buscan que los visitantes tengan una experiencia cien por ciento mexicana, transportándolos a la vida que tenían los hacendados hace 200 años entre el campo, la vegetación y la vista a los volcanes haciéndote sentir orgullosamente mexicano.

Otro de los detalles que hacen única a la hacienda es la gente que trabaja para ella. Actualmente son 58 personas que se entregan todos los días para la creación de este lugar mágico. Ellos actualmente se han estado capacitando para servir al hotel cuando esté en completo funcionamiento. Una de las historias favoritas de Julio es que un albañil quiso cocinar, y al sorprenderlos con su sazón y técnica mexicana, hoy se ha convertido en chef.

Estamos seguros que ya te has enamorado de este hotel como nosotros, aunque por el momento, Hacienda Zotoluca sólo esta disponible para la renta de su totalidad o para eventos privados, así que si estás por casarte, este puede ser el lugar ideal. La exclusividad sigue siendo exquisita por lo que solo habrán cinco bodas al año. ¡A reservar!