Cris Pilgram nos cuenta de su experiencia en Construyendo

Sobre el voluntariado, nos aseguró estar en busca de ofrecer una experiencia completa que transforme la vida de todas las personas que vayan a construir con ellos. Además, quieren sembrar en los voluntarios una semillita que los mueva a hacer algo por los demás, rompiendo así con la apatía y la rutina, enseñando una realidad humana distinta.

Cris nos confesó la historia que más la ha marcado: la de la Señora Nati. Ella vivía en Bahía de Lobos, Sonora. Construyendo nunca había intervenido el Estado y era un proyecto nuevo para todos. Esto generó mucha incertidumbre en un principio dentro de las posibles familias a beneficiar por el miedo a lo desconocido. Cuando empezaron a platicar sobre los requisitos que debían de cumplir las familias, muchos decidieron no participar porque implicaba una inversión fuerte ante un proyecto en el que aún no había confianza. Pero Nati siempre se presentó como una mujer de lucha, a ella no le importaba cómo, pero estaba segura que conseguiría lo necesario para tener una casa digna. La organización escogió a las primeras cinco familias a las que les iban a construir su casa, entre ellas, la de Nati. Ella tiene 4 hijos, se separó de su esposo hace 8 años y los ha sacado adelante sola. Como mujer emprendedora, puso una tiendita adentro de su casa que ella misma construyó con madera y lámina. Nati, como muchas mujeres mexicanas, es un ejemplo de perseverancia, constancia y lucha que la ha llevado a hoy a tener un negocio, dos hijos profesionistas y una casa propia que junto con Construyendo, sus beneficiados y voluntarios, logró construir.

Al preguntarle a Cristina sobre el impacto del Covid-19 en Construyendo, nos dijo que al ser una organización civil sin fines de lucro, dependen 100% de donativos. Afirmó estar en una situación muy complicada ya que éstos han dejado de fluir. Además, la organización tuvo que posponer las construcciones de marzo y abril, lo cual afecto a muchísimas familias que llevan esperando la construcción de su casa por mucho tiempo. Sin embargo, la fundación está monitoreando muy de cerca cualquier necesidad que pudieran presentar las comunidades a causa de la pandemia.

Por último, Cris nos habló de cómo podemos poner un granito de arena para seguir ayudando a la fundación en estos días tan difíciles. Una de las opciones es hacer grupos de voluntarios dispuestos a construir comunidades una vez que todo esto termine; entre más voluntarios se logren sumar, más casas y aulas se podrán construir. ¡Anímate!