La historia de Sue Y Nabi, el niño que se convirtió en la CEO de L’Oreal
Love 4 all, el evento de inclusión que desde el año pasado rompe esquemas en el país al impulsar la diversidad en la sociedad, trae a México a Sue Y Nabi, ex CEO de L’Oreal y Lancome, y creadora de Orveda. Platicamos con esta guapa y exitosa ciudadana del mundo, quien nos comparte su inspiradora historia y algunos consejos para mostrar nuestra verdadera piel, desde la óptica de una mujer de negocios que creció siendo niño en un país musulmán.
¿Cómo fue crecer en Argelia con una orientación sexual “distinta”?
En la adolescencia me obsesioné con estrellas de la moda y la música, y como tenía algunas algunos problemas en la piel, empecé a usar el maquillaje de mi mamá. Todos me veían como un chico único y creativo.
¿Cómo fueron esos primeros años en Europa?
Llegué a un país frío de clima y de personas. Viví con amigos, con mi novio y en un pequeño cuarto de estudiantes, porque me fui a seguir con mis estudios. Recuerdo que lloraba al teléfono con mis padres y les decía que quería regresar, pero fue solo al principio.
¿Cómo llegaste a liderar marcas tan importantes?
Estudié biotecnología en una universidad de ingeniería química y también en una escuela de negocios, así busqué trabajo en estas empresas en las que fui creciendo poco a poco. Fui gerente de mercadotecnia y después el general manager más joven en la historia de la marca.
¿Cómo fue tu transición de hombre a mujer dentro de la compañía?
Siempre recibí mucho apoyo de todos, pero imagina que promueves a un hombre joven que después se convierte en una bella mujer (risas). No fue tan complicado porque tuvimos mucho éxito trabajando juntos, tanto que me convertí en CEO global de L’Oreal y Lancôme .
Rompiste muchos esquemas tanto de forma personal como en la misma marca...
Tuvimos a Jane Fonda como imagen cuando las marcas únicamente se acercaban a personas jóvenes, también incluimos hombres en el mercado, es decir, la abrimos a la inclusión.
¿Qué fue lo más difícil del proceso de conversión de Youcef a Sue?
Fue un poco complicado porque al principio algunas personas no entendían cuál era mi género o no sabían si debían llamarme señor o señorita. También había gente que lo hacía a propósito con el fin de causar daño.
¿Has regresado a Argelia después de tu cambio?
Hace cinco años mi padre murió y estuve ahí con mi familia y amigos. Me sentí muy bien al ver que todos estaban muy orgullosos de mí.
Qué mensaje que le das a quienes no se atreven a ser ellos mismos…
Que nadie tiene que decirnos cómo llevar nuestras vidas. No hay que sentirse culpable de quienes somos, porque si lo hacemos, la gente se dará cuenta y eso no es bueno.
¿Cómo surge Orveda, tu propia marca?
Quería crear algo para el cuidado de la piel, pero con especial énfasis en la naturaleza y no con parámetros mercadológicos, sino con biotecología. Trabajamos con bacterias positivas de la piel, es decir, las reforzamos para así tener una piel más suave, iluminada e hidratada.
Eres muy guapa y exitosa, ¿cómo te va en el amor?
Tengo a mi familia y amigos, además tengo a Nicolás, el cofundador de Orveda, e incluso soy como una mamá sustituta para sus hijos, así que tengo todo lo que necesito.