Emilio y Sharon Azcárraga apoyan a los Harp en Oxaca

Luego de que el 27 de octubre de 2017 Televisa anunciara que Emilio Azcárraga Jean (51 años) dejaría la dirección general de esta empresa que fundó su abuelo, una nueva etapa inició. Un nuevo capitulo en el que Emilio se ha podido enfocar en tres de sus grandes pasiones, su familia, viajar y apoyar obras benéficas.
Como hemos dicho anteriormente Azcárraga Jean comenzó su vida profesional un poco al revés pues a los 29 años, tras el fallecimiento de su padre Emilio Azcárraga Milmo en 1997, heredó Grupo Televisa en un momento sumamente delicado que lo llevó a enfocar toda su energía en sacarla adelante.

Mientras otros herederos esperan años para poder ocupar la silla grande, a Emilio el destino lo sorprendió y las responsabilidades le llegaron de golpe aunque algo cambió tras su boda con Sharon en 2004 y el nacimiento de sus hijos, su ritmo siguió siendo intenso y absorbiendo gran parte de su tiempo.
Ahora las cosas han cambiado e inició uno nuevo capítulo en el que lo hemos podido ver siempre acompañado de su esposa y en cosas que realmente le apasionan.

Hace unos días viajó a Oaxaca a la reinauguración del Mercado 5 de septiembre en Juchitán, Oaxaca. Este importante centro de comercio quedó seriamente dañado tras la ola de sismos que azotaron a México en 2017.
Fundación Televisa fue una de las muchas asociaciones y empresas que participó activamente en su reconstrucción por lo que Emilio y Sharon Fastlicht viajaron a Juchitán para su gran reapertura.

"Cuando ven estas historias que contamos alrededor de todos los días en su televisor, y nos damos cuenta es que, por mucho, por mucho la realidad siempre supera la ficción. Y si no hubiera historias tan sólidas y tan claras que nos toca, en mi caso, vivir de primera mano, como fue la reconstrucción de este mercado, el involucramiento de toda su gente hace que nosotros podamos imaginarnos mejores historias para poner en la pantalla, pero también imaginarnos esas historias que se vuelven realidad y se debe volver la realidad para reconstruir un México mejor” comentó Emilio en su discurso.

Sharon Fastlicht Kurian aplaudió orgullosa a su esposo y llevaba un collar de flores que lucieron todos los invitados especiales.
Como siempre la esposa de Emilio destacó por su increíble sencillez, una blusa floreada, una falda amplia, unas alpargatas de piso cafés y un sencillo bolso a juego sin una gota de maquillaje.
Esta es una obra promovida principalmente por otro empresario, Alfredo Harp Helú, que tiene gran arraigo a Oaxaca pues no hay que olvidar que los Helú vivieron una época en Oaxaca.
Alfredo también estaba acompañado por su esposa Isabel Grañen Porrúa, otra gran apasionada de este estado de la república. Si Oaxaca ha podido conservar edificios históricos y promovido la educación, entre muchas otras cosas, es gracias a la dedicación del matrimonio Harp-Grañen.
Al evento también asistieron también el gobernado de Oaxaca, Alejandro Murat y su esposa Ivette de Murat.