Queta Lavat
La solicitud expresa de intentar definir en un espacio breve a Enriqueta Margarita Lavat Bayona –mi entrañable, maravillosa y admirada madre–, resulta imposible, sin embargo, intentaré resolver la faena.
Es la mejor madre, abuela, bisabuela, hermana, hija, tía, que pueda existir. Su trayectoria profesional es otra inmensa lección a sus 88 años, asó como a sus 76 de de actuar en el cine (donde inició en 1946), en el teatro, en la televisón, en el doblaje.
Miles de anécdotas de doña Queta acuden a mi mente, siempre pensando en los demás, dispuesta a ser la que resuelve, consigue, tramita cualquier asunto para su gran familia, su apreciado tesoro, su gran pasión. Nada se compara a las tradicionales comidas dominicales en su casa, las que prepara para recibirnos siempre con una gran alegría, así como con sus deliciosos guisos, otra de sus muchas virtudes.
Es una bendición ser su hijo.
Por Pablo Carrillo Lavat, comentarista deportivo en Grupo Imagen e hijo de Queta.