Katya Somohano
Quienes la llevamos cerca, en el corazón, le decimos Katita. Al ver la foto de esta hermosa mujer, delicada cual porcelana, se imaginarían que se rompe con un soplo. La verdad es que Katya lleva uno de los espíritus más fuertes que conozco, nadie como ella para enfrentar la adversidad con gracia y sin abandonar nunca el sentido del humor. No se rinde ante las tormentas, que no han sido pocas en su vida. Katita, con ese mismo temple de corazón Puma y con su gran inteligencia, ha defendido las causas que han llegado a sus manos, como cuando estuvo al frente de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. Ahora se ha abierto campo en un sector poco común en una mujer, el de la energía eléctrica, y se ha convertido en una experta. Guerrera amiga, guerrera madre, guerrera servidora pública, te admiro y agradezco tenerte cerca. ¡Nunca nadie podrá aburrirse a tu lado! Si no que pregunten a Lu, tu hija, que crece con tu ejemplo de gran sonrisa y amor a la vida.
Por Alejandra Frausto, promotora cultural, amigas desde la universidad, se consideran hermanas.