Jeanine Miguel y Vita Sofía Romo
El ingrediente secreto en el éxito de Ikebänä ha sido el trabajo incansable de sus fundadoras. Podría hablar de la creatividad de Jeanine y el impecable gusto de mi hermana Vita, de la atención que ambas comparten por cada detalle y la eficacia con la que ejecutan sus ideas, pero los que hemos acompañado esta historia, entendemos la dedicación que le han invertido a su proyecto.
Como buenas emprendedoras, su start-up comenzó en un garaje, en el de la casa de mis papás; ahí armaron y entregaron sus primeros arreglos. Antes de que amaneciera, estaban en el mercado de flores eligiendo su producto y negociando con los vendedores que, si antes las subestimaron, hoy las reconocen como dos de sus mejores clientas en el país. Ellas han asumido cada reto con el arrojo y la inteligencia que caracteriza a la nueva empresaria mexicana. En ese sentido Ikebänä representa más que una florería, es un ejemplo de emprendimiento mexicano que hoy es sustento de más de una docena de familias.
Por Florentina Romo, hermana de Vita Sofía y amiga de Jeanine.