Guadalupe García
Las historias de las heroínas se cuentan poco. Pocas veces salen en los periódicos y rara vez se les reconoce. Sin embargo, estas heroínas invisibles hacen que México siga siendo grande. Una de ellas es Guadalupe, activista mazahua del Estado de México. La conocía través de mi trabajo en Fondo Semillas.
Un día me tocó oír su extraordinaria historia: como trabajadora del hogar, Guadalupe fue despedida por tomar prestados de la biblioteca de sus patrones libros para estudiar en las noches. Luchó después contra su familia para ir a la universidad, oportunidad exclusiva para sus hermanos. Ahí se entrenó como futbolista y regresó a su comunidad a hacer una investigación sobre violencia de género. Esto hizo que se convirtiera después en una reconocida defensora de los derechos de las mujeres. Guadalupe impulsa el futbol entre las adolescentes para que sueñen un futuro distinto al de sus madres.
Por Laura García, directora ejecutiva de Fondo Semillas y aliada de Guadalupe en el activismo pro mujeres.