Alexa es uno de los seres más extraordinarios que alguien pueda conocer. Algo pasa con quienes tenemos la fortuna de conocerla que no podemos más que amarla y admirarla profundamente. Es una mujer inteligente, trabajadora, leal, talentosa, al mismo tiempo sencilla y sensible. Una amiga incondicional y una mexicana profundamente orgullosa de su país, sobre todo de su natal Ciudad Juárez, donde creció.
Y a pesar de que por años la situación de las mujeres ahí fue tan precaria y de tanto maltrato, ella logró algo precioso: darle la vuelta. Siguió
su sueño y le mostró al mundo la belleza de la mujer en muchos aspectos: maquillaje, coraje, logros, en su valentía de salir y aventurarse por el mundo.
A mí me sorprende que pueda crear y encontrar tanta belleza en quienes hemos tenido la fortuna de ser arregladas por ella porque saca la luz interior de nosotras. Su visión sobre la belleza es única. ¡Es un placer compartir la vida con ella!
Por Silvia Rojo, vicepresidenta de Fundación Duerme Tranquilo y amiga de Alexa.