Guillermo Arriaga
Aunque películas como Amores perros y Babel le dieron fama como guionista e incluso fue nominado al Oscar por ello, Guillermo prefiere definirse como un contador de historias que aprovecha el cine, la novela y el cuento. “Más que ser gente de cine, soy un contador de literatura”, afirma el autor de El salvaje, su más reciente libro en el que narra una violenta historia de venganza que él define como una historia de amor y amistad. Creció en Iztapalapa, donde conoció parte del ambiente que narra en la novela (y en la mayoría de sus guiones), de la que asegura que no es el protagonista, aunque admite que muchos personajes tienen vivencias personales. Para él, escribir es la mejor forma de comunicarse. Por eso lo hace desde que era niño.