Tres mujeres exitosas, una visión de vida: la consciencia ambiental

Las invitadas acudieron a la cita en el restaurante Rosetta, de la colonia Roma, y así antes de entrar de lleno a la conversación pudieron disfrutar de un delicioso desayuno diseñado por la chef Elena Reygadas, que incluyó avena horneada con frutos y huevos pochados con hoja santa, por supuesto no faltó la espectacular panadería del lugar. Pronto las tres conectaron de modo que parecía que se conocían de toda la vida.

Ya en el set, Marcela López Treviño, coaching corporativo, consultora de desarrollo organizacional y payaso profesional abrió el tema y fue la encargada de moderar la round table. Partió de que la mujer del siglo XXI se atreve a vivir sus sueños, su pasión y con ello inspira a otras personas. Y así lo demostró Lorena Vázquez, directora y creadora de Loly in the Sky, empresa dedicada a diseñar zapatos y accesorios.

Lorena se definió como una mujer sweet, calmada, pero que también es una señora y empresaria, y por ello recalcó que es posible ser sensible y fuerte, aunque parezca contradictorio. Por eso, cuando ella comenzó a diseñar zapatos lo hizo pensando en que fueran cómodos, pero que también provocaran una sonrisa.

Por su parte, Gina Badenoch, fundadora de Ojos que Sienten y Capaxia, instituciones que ayudan a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad visual, afirmó que las mujeres recorremos caminos que antes no se acostumbraba, pero que debemos respetar nuestra esencia, e hizo la analogía con un baile, en el que hay que saber llevar el ritmo y saber cómo movernos. Además, comentó, ella no teme ser vulnerable a la hora de manejar a su equipo y se muestra como una líder humana.

Las tres invitadas estuvieron de acuerdo en lo importante que es mantener una consciencia ambiental. Para Lorena, eso es un valor fundamental de su empresa y por eso ha cambiado pequeñas cosas que al final se convierten en grandes soluciones. Un ejemplo son las cajas de zapatos a las que ha dado un diseño que hace que sus clientes las reutilicen con otros propósitos, que van desde guardar fotos hasta como empaque de un regalo. También rechazó los popotes que suelen venir en los zapatos para mantener su forma, pues no son indispensable y sí contaminan. Además, se siente muy orgullosa de que produce todo localmente, y le gusta que en sus tiendas sus clientes lo sepan.

Gina respalda esas acciones y comentó que ya no se trata de buenos y malos, sino de colaborar y de que cada quien participe desde sus trincheras, que siempre hay algo que se puede mejorar. Esas acciones chiquitas, comentó Marcela pueden hacer la diferencia, que el chiste es encontrar los espacios de innovación.

Para Gina no se trata de consumir por consumir. Las cenas que organiza en la oscuridad son innovadoras, pero también, dice, el comensal sabe que está ayudando a personas con una discapacidad, que las está ayudando a que se sigan desarrollando.

Para finalizar, Gina hizo una invitación a todas las personas para que se atrevan a explorar formas distintas de accionar en sus empresas, asociaciones y proyectos, y a las mujeres les propone respetar su feminidad y no temer ser vulnerables. Mientras que Lorena subrayó que todas las decisiones que tomamos tienen consecuencias y afectan a todos, por eso es importante reflexionar sobre ello.