Vanessa Rubio Márquez
Hay niñas que quieren ser princesas o guerreras. Otras, rodeadas de historias y ejemplos familiares, buscan la igualdad a través de la educación y la vocación del servicio público. Para Vanessa Rubio las princesas y heroínas no eran de leyenda, sino de la vida real, como Leonor de Aquitania, reina de Francia y después de Inglaterra, promotora de las artes, guerrera exitosa y una de las más poderosas mujeres de la Europa del Siglo XII. Su abuela empresaria y su madre química farmacéutica le dieron a Vanessa un entorno en el que el género no era diferenciador sino igualador de aspiraciones y de oportunidades. Y fue así como esta hija de chiapaneca y tabasqueño escogió el futuro que quiso y ha hecho de él no un papalote, sino un lienzo dedicado al servicio público. Gran amiga y extraordinaria funcionaria, sin alardes ni protagonismos, ella es de esas mujeres que queremos, y mucho, para nuestro país.