Mónica Aspe
Conocí a Mónica hace 20 años en el ITAM. Bastaba ver sus apellidos para saber que estaba montada sobre hombros de gigantes, pero lo que más llamaba la atención era su sencillez, pragmatismo y gran sentido del humor. A través de los años se ha reinventado mil veces. Elegante y estratégica, Mónica ha impulsado desde distintas trincheras (IFE, CIRT, Gobierno Federal), la agenda por un país más productivo y justo. Los menores costos en telefonía y la conectividad en lugares recónditos, son el efecto de su capacidad de ejecución. Nunca va sola. Se rodea de personas muy capaces y hoy cuenta, además, con el apoyo de su esposo e hija. En nuestro grupo de amigas Mónica es un recordatorio de que la calidez humana no está peleada con el éxito profesional. A ella le debo mi creencia de que sí se puede construir el México que anhelamos.