Cómo no quererla! Somos amigas hace 58 años y la he visto relacionarse con la vida… Hablo de su familia, de sus amigos, de sus jefes, de los animales. Desde niña fue una mujer llena de alegría, respondiendo a todos los estímulos: el canto, el baile, el piano. Nada le fue ni le ha sido ajeno. Ha vivido momentos dramáticos, sin embargo ha salido de ellos con una sonrisa.Siempre con la mano extendida, con la verdad como bandera. Siempre con los oídos prestos para escuchar y de inmediato ayudarlos. Una mujer que guarda para sí sus penas y no comparte más que soluciones y alegrías. Además de ser culta y hablar 4 idiomas, La Lola –como le decimos de cariño- siempre ha mantenido un bajo perfil. Jamás emite juicios lapidatorios, ama sin juzgar, “sólo por ayudar”. Mi vida ha sido enriquecida con su inteligencia emocional, su sabiduría, su voluntad de dar y el calor de su corazón. Claro que tiene que ser una de las mujeres más amadas. Dios la ha elegido como uno de sus hijos especiales y ella ha cumplido con esa misión. Dios la bendiga siempre.
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