Clarita Sierra
Posee un poderoso magnetismo que disfrutamos quienes tenemos la suerte de conocerla. Si ella ya cuenta, en sí misma, con una notable habilidad natural para construir atmósferas cálidas y reconciliadoras, más intensa es la atracción cuando su interlocutor es informado del más pavoroso dolor que puede llegar a padecer un ser humano, como es la muerte de un hijo. La lucha ejemplar de Clarita por rescatar a Alejandro de las garras de los narcóticos, su capacitación profesional para entender las debilidades de los adictos y cómo combatirlas, su inagotable fuerza maternal para ayudar a su propio hijo a no dejarse vencer por las drogas, esfuerzos que al final resultaron inútiles, todo lo anterior, tampoco derrotó a Clarita, quien escribió un libro destinado a ayudar a terceros que padecieran el mismo drama. Una sola palabra justifica su existencia: ¡ayudar!