Ana Victoria García
Ana Vic ya fue y regresó cuando otros contemplan si van. Es un tren que no para. La conocí hace siete años y me intrigó entender cuáles eran las fuerzas indómitas que alimentaban su ritmo. Concluí que esta locomotora andaba por ambición, perseverancia y una visión de vida única. Su ambición no es ego, su ambición vive del bienestar que le genera a las mujeres que cuida. Su perseverancia no tiene como fin el destino sino el trayecto. Su visión de vida no se basa en lo correcto o incorrecto, se basa en la curiosidad de construir una nueva verdad. Ana Vic es la elegante mujer del futuro que ha venido a enseñarnos que una de las claves a nuestra felicidad es la congruencia y armonía entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Ver la vida con humor, trabajar duro y no tomarnos las cosas tan en serio.