Entrevista a Gaia Gaja, la mujer detrás del imperio vinícola Gaja
La entrevista la llevamos a cabo en el hotel Presidente Intercontinental de Polanco, en la cava de vinos más grande de Latinoamérica, el lugar perfecto para nuestra plática con Gaia.
La pregunta obligada: ¿Qué te hizo querer traer estos vinos Gaja a México?
México siempre ha sido un mercado histórico para nosotros, empezamos a vender aquí hace 20 años. El mercado que hay en México es muy especial, porque necesitamos gente con cultura. Es un mercado que tiene una amplia cultura acerca de la comida y eso es muy importante, pues las personas tienen un gran sentido del gusto. También en México hay un entendimiento de disfrutar la vida, nosotros necesitamos a personas que sepan disfrutar la vida. Para el vino tienes que tener una predisposición de disfrutar momentos hermosos y encontrar en tu vida un buen momento para compartir una botella con alguien.
¿Qué vinos estás trayendo y cuales son sus características?
Nebbiolo y Barbaresco, los dos más representativos de Gaja. La características de todos nuestros vinos son mantener la capacidad de hacerlos bebibles y mantenemos la frescura en cada uno de ellos.
Nebbiolo digamos que es un libro cerrado, nunca lo llegas a entender inmediatamente, cada que tomas un sorbo puedes llegar a pensar que lo identificas, pero en realidad no, pues cada sorbo es algo diferente. Te engancha con una copa, pero no es para todo mundo por que no es amigable inmediatamente, es misterioso.
¿Cómo empezó la producción de vinos Gaja?
Empezó en el pueblo de Barbaresco en 1959. Empezamos como agricultores, vendíamos uvas a negocios y vendedores, pero también teníamos una taberna donde la gente iba a comer y a beber. Entonces dejamos de vender las uvas para empezar nuestro vino. No tuvo gran éxito al principio, pero cada generación ahorraba y trataba de comprar los viñedos más hermosos que pudieran costear, así que ahí empezó el negocio.
¿Qué los hace diferentes?
Creo que lo que nos hace diferente es que cada generación de mi familia siempre se comporta de una manera muy diferente de las tradiciones del momento o el ambiente en el que se encuentran. Mi padre es un hombre que nunca siguió un camino pues siempre creó el suyo, es por eso que se le considera el revolucionario del vino en Italia. No hacemos vinos tradicionales, somos nómadas pero no modernos.
¿Cuál es su filosofía al momento de crear un vino?
En los pasados 15 años nuestro tema principal ha sido el cambio climático, cada decisión que tomamos se basa en entender a dónde nos está llevando. Si queremos que nuestro vino permanezca como siempre ha sido, tenemos que cambiar todo, tienes que respetar a la naturaleza y entenderla para poder afrontarla.
¿Qué planes tienen a futuro?
Por el momento no queremos hacer nuevos vinos pues queremos enfocarnos en permanecer como nosotros mismos, que estamos en constante cambio pero llenos de vida.