María del Rosario Espinoza
Hablar de ella es hacerlo de la mejor atleta en la actualidad y por supuesto en los últimos 12 años, por lo menos. Es hablar de una mujer que tiene claros sus objetivos y que no sólo su perseverancia, también su disciplina ejemplar son cualidades que la han llevado a ser el icono del deporte olímpico. Ella y los otros jóvenes medallistas nos recuerdan que somos un país que tiene todo para brillar, que ya hay una generación de atletas que están a la par de los mejores del mundo, que como en todo el deporte mundial pueden existir días buenos o no tan buenos, pero que ellos son ejemplo para nosotros, jóvenes, adultos, ¡todos! Que es posible ser de los mejores del mundo, pero que esto es resultado de trabajo, dedicación, persistencia, pasión y de entender que la excelencia ganada es una filosofía de vida.