Con sólo 28 años de edad, Francisco Prada arriba a México desde Santander, España, luego de la guerra, en busca de  nuevas oportunidades y con la firme decisión de triunfar.

Comienza a trabajar en la peletería La Española, donde adquiere gusto por las pieles finas así como experiencia para los retos que tendría en el futuro.

Abre Dorothy Gaynor, su primer taller y boutique de calzado en Tonalá, en la colonia Roma. La alta sociedad mexicana valora el trabajo y servicio personalizado así como su refinado trabajo de peletería.

La cadena crece con más de 30 tiendas en la República, tres fábricas de calzado, una de bolsas y otra de herrajes; además es una de las primeras marcas en venderse en los principales malls del país.

Dorothy Gaynor  se disuelve como sociedad mercantil, pero don Francisco conserva un grupo de tiendas con este nombre y regresa a sus orígenes introduciendo productos de  alta calidad y tendencia bajo el nombre de Prada.

En busca de volver a su esencia, retoma los diseños y la fabricación española de reconocida calidad internacional, registra la marca Prada, una forma de mostrar el amor por su familia. Toma como estandarte el León, provincia de donde es originario su apellido.

Abre su primera Boutique Prada, en Plaza Cuicuilco, Ciudad de México. Con la convicción de brindar un servicio de excelencia y una experiencia única para sus clientes.

En la constante búsqueda de innovación, se actualiza la imagen de la marca, perfeccionan los métodos de fabricación y se consolida el compromiso para brindar el mejor servicio.

Actualmente Prada es una marca reconocida con 30 boutiques en nuestro país y comprometida con el mercado mexicano. Sus más de 60 años de experiencia demuestran que la comodidad puede ser tendencia y tu estilo, el poder de ser único.