Por una educación más humana

La calidad educativa generalmente se califica por los resultados de las asignaturas tradicionales. Se piensa que obtener las mejores notas anticipa un futuro prometedor. Desafortunadamente no siempre es así. Algunas veces, las personas que destacaron en la escuela suelen frustrarse y paralizarse al enfrentar situaciones adversas.

De ahí la importancia de procurar el desarrollo humano de los jóvenes. Proveerles, desde la infancia, con herramientas intelectuales que les permitan manejar sus emociones les facilitará resolver positivamente las complicaciones a las que, inevitablemente, tarde o temprano se enfrentarán.

Para el Colegio Internacional de México, la inteligencia emocional es el complemento de los conocimientos académicos. Al surgir como una alternativa a la educación tradicional –hace ya 11 años–, se propuso romper los paradigmas de la enseñanza, al educar a niños felices y graduar personas plenas. Por ello se ha ganado el afecto de sus alumnos, como Luciana Revollo, quien manifestó a su mamá: “Sabes que voy a decir del Inter si me preguntan qué es lo que más me gusta... ir ahí todos los días”.

Hoy en día se ha posicionado como un referente de la excelencia educativa en el sur de la Ciudad de México. Además es la única institución de la zona en impartir el Programa de Liderazgo Supera, dedicado a desarrollar las aptitudes de jóvenes líderes y transformar positivamente la manera en que un adolescente vive y percibe la vida. Para formar parte de su clase 2019, fueron seleccionados 24 alumnos, quienes trabajarán con su carácter, disciplina y voluntad para convertirse en sujetos que impacten favorablemente en nuestro país.

De este modo, el Colegio Internacional representa una alternativa que coloca el desarrollo humano en el mismo nivel de prioridad que asignaturas como matemáticas, física, español o inglés.

En esta institución no hay una autoridad típica que tome las decisiones; por el contrario, se rige a través del consenso entre la Dirección Académica, a cargo de Luis Palencia Troconis; la Dirección de Desarrollo Humano, que tiene como responsable a Cathy Calderón de la Barca, y el coordinador de la Junta Académica, Gerardo Cortés Jiménez.

Gracias a los maestros capacitados y los directores (expertos en psicología), en las instalaciones de primer nivel se fomenta el respeto, tolerancia y empatía entre los más de 600 alumnos de todos los niveles, desde preescolar, primaria, secundaria y preparatoria.

Durante el ciclo escolar el programa educativo se fortalece con prácticas de mindfulness, las cuales permiten que los niños y jóvenes desarrollen su inteligencia emocional, fomentando una actitud de balance, reflexión y consciencia en su vida.

Además, con la política de escuela libre de tareas y mochilas pesadas, que se comenzó a aplicar en el ciclo escolar actual, el colegio busca promover la convivencia familiar. “La idea es que al terminar el horario escolar, los estudiantes dejen sus útiles en los casilleros para que en su casa compartan tiempo de calidad con sus padres y hermanos”, explicó la directora de Desarrollo Humano.

Aunque la iniciativa de eliminar los trabajos escolares en casa es una tendencia que ya se aplica en varias partes del mundo, “Aquí le agregamos el ingrediente de la convivencia familiar. Se trata que los padres aprovechen las tardes con sus niños para realizar actividades deportivas, culturales o algún pasatiempo que les permita fortalecer sus lazos y comunicación”, detalló Calderón.

El éxito de sus generaciones graduadas es el reflejo del equilibrio que el colegio ha logrado entre la parte académica y el desarrollo humano de los jóvenes, quienes aprenden a descubrir el potencial de sus talentos para alcanzar la plenitud.