Te encanta probar nuevos estilos de maquillaje y encontrar el look perfecto para cada ocasión, pero cuando llega el gran día…¿Algo no cuadra? Por alguna razón, tu base no se difumina bien, el corrector se cuartea y el glow que imaginaste simplemente no está.
Tranquila, el problema no es tu makeup, sino cómo preparas tu cara antes de aplicarlo. Ya sea para una boda, una gala o cualquier evento especial, una piel bien cuidada e hidratada hace toda la diferencia.
¿Sabías que el agua es clave para que tu rostro luzca impecable? No importa qué tan buena sea tu base, si tu piel está deshidratada, todo se verá opaco y sin vida. Así que empieza desde adentro, bebiendo suficiente agua en los días previos para mantenerla flexible y evitar que cualquier producto marque líneas o zonas secas. Y si quieres un extra de glow, apuesta por alimentos ricos en antioxidantes como frutos rojos, aguacate y hojas verdes como espinaca o kale. ¡Te lo juro, lo vas a agradecer!
Si lo que quieres es que tu look se vea parejo y sin textura, entonces sí o sí tendrás que exfoliar tu piel antes del evento. Este paso eliminará las células muertas y dejará tu rostro suave para que el maquillaje se adhiera mejor y dure mucho más.
Opta por un exfoliante químico, como ácido glicólico o ácido láctico, si buscas un efecto iluminador sin irritaciones. Pero si tu piel es más sensible, los exfoliantes enzimáticos serán tu mejor opción. ¡Haz esto y verás cómo tu makeup se aplicará como mantequilla!
Para que tu cutis luzca mucho más jugoso, aplica una mascarilla hidratante. Una con ingredientes como ácido hialurónico, niacinamida o aloe vera dejará tu rostro suave y listo para absorber el maquillaje. Y si sueles tener inflamación, una opción calmante con centella asiática o té verde hará magia para equilibrar y desinflamar.
No hay nada mejor que un masaje facial con gua sha o rodillo de jade para estimular la circulación y reducir la hinchazón. Solo deslízalo con movimientos ascendentes mientras aplicas un aceite ligero o tu suero favorito.
¿Necesitas algo aún más rápido? Prueba con dos cucharas frías sobre el contorno de ojos y dile adiós a las bolsas en minutos. Te aseguramos que notarás la magia, ¡al instante!
Antes de aplicar el maquillaje, dale a tu piel lo que necesita con esta rutina infalible: un hidratante ligero, que nutre sin dejar sensación grasosa. Después usa primer, para suavizar poros y líneas finas mientras hace que tu makeup dure horas. Finalmente, no olvides tu protector solar, incluso si el evento es de noche, es clave para proteger el rostro y evitar manchas.
Aplica bálsamo labial desde el inicio de tu rutina para mantener tus labios suaves y sin grietas cuando llegue el momento de aplicar el lipstick. Y no te olvides del contorno de ojos, un poco de hidratante hará que tu corrector se vea fresco y sin líneas marcadas. Pequeños detalles que harán toda la diferencia.
¡Y listo! Ahora tu piel está lista para triunfar. Sin parches, sin efecto acartonado y, lo mejor de todo, sin el miedo de que tu base desaparezca a mitad del evento. Ahora sí, olvídate de los retoques y prepárate para verte increíble toda la noche.
