Aunque la realidad es que rasurarse no es el método más duradero para depilarse, sí es el más rápido y menos doloroso para cualquier parte del cuerpo. Consiste en cortar los vellos con las cuchillas del rastrillo, y al ser agresivo, utilizar este método nos hace propensas a sufrir cortadas, irritación y otras reacciones en la piel si no se hace de la manera correcta.
Sigue leyendo para conocer lo mejores tips y saber qué hacer y no hacer al momento de rasurarte.
Si exfolias la piel antes de rasurarte, eliminarás las células muertas y prepararás la piel. También harás que el vello se vuelva mucho más débil y fácil de cortar por el rastrillo, causando menos irritación y evitando pelo enterrado. Puedes comprar un exfoliante o hacerlo tú misma con café molido, azúcar y miel.
Cuando llegue el momento de rasurarte, asegúrate de tener tu kit completo para hacerlo a la perfección: un gel de baño hidratante para limpiar todo el cuerpo, una espuma de afeitar para proteger la piel de cortes y resequedad al momento de pasar el rastrillo, y para después, una crema hidratante para suavizar y humectar. Pro tip: ¡Hazlo en la regadera con agua caliente para tener mejores resultados!
Si simplemente pasas el rastrillo sobre la piel con ningún tipo de protección es la receta perfecta para el desastre, ya que es muy probable que te cortes o que se entierren los pelitos y se irrite la piel porque los poros no están abiertos.
¿Sabías que debemos cambiar nuestro rastrillo cada 5 o 6 usos? Las navajas son muy delgadas y pierden filo rápidamente, por lo que un rastrillo viejo puede dañar la piel y causar irritación, además, pueden acumular bacterias y oxidarse muy rápido.
Si vas a ir a la playa o a un lugar donde vas a estar expuesta a mucho sol, es mejor rasurarse un día antes, ya que factores como el sudor, la sal, la tierra o la arena pueden causar irritación si estás recién rasurada.
