Parecería que maquillarte es cosa sencilla y que el algo que absolutamente todo el mundo puede hacer, y aunque hasta cierto punto esta teoría es cierta, la realidad es que sí existen algunos trucos fáciles y prácticos que pueden ayudarte a lograr un makeup look impecable ¡como toda una experta! ¿El propósito? Resaltar al máximo tus facciones.
Hoy hablaremos específicamente en dónde debes aplicar el corrector. ¡Toma nota!
Ok, lo primero que debemos de tener en mente es que el corrector tiene dos funciones: por un lado, su propósito es ayudarte a unificar el tono en zonas como las ojeras o incluso para tapar imperfecciones o manchas; en segunda instancia, la luz da dimensión, así que el utilizar este producto en ciertos lugares, siguiendo la técnica del famosos contouring , propiciará que puedas marcar mucho más las facciones.
En cuanto a su función para contrarrestar el tono de las ojeras, te recomendamos algunos tips. El primero es que no descartes el usar un pre-corrector, la meta de este producto es neutralizar los colores así que si tus ojeras tienden a ser azules, un corrector en tonos naranjas será tu mejor herramienta, si tienen más tendencia a ser verdes, opta por tonos más rojizos. Una vez que hayas aplicado esto, será momento de seguir con el corrector, el cual debe ser un tono más abajo que tu piel o exactamente del mismo color, todo depende si quieres dar un poco de luz.
Si buscas aplicar únicamente el corrector, para el día a día, pon un punto justo abajo del lagrimal y otro abajo del rabillo del ojo. Con una brocha, esponja o incluso con las yemas de los dedos (que son la mejor herramienta gracias a que con el calor ayudas a que se funda el producto perfectamente con la piel) da ligeros toquecitos para difuminar. Ahora, si lo que quieres es un look más intenso o si tienes un evento de noche, puedes distribuir el producto literalmente en toda la zona de las ojeras.
Un paso súper importante es sellar para asegurarte de que el producto no se absorba antes de tiempo, la forma más efectiva de lograrlo es aplicando polvo traslúcido, de hecho puedes hacer la famosa técnica de baking, la cual consiste en literal "dejar que se cocine" para que la cobertura sea mejor. Entonces aplica el corrector y espera un tiempo antes de difuminar, después sella con el polvo y haz el mismo paso. Ya que haya pasado un tiempo retira el exceso con una brocha ¡y estarás lista!
Ya que tapamos las ojeras, que normalmente es nuestra mayor preocupación a la hora de usar corrector, entonces es momento de dar luz al resto de la cara. Para este paso sí o sí necesitas un producto un tono abajo que tu piel. Ya que lo tengas, aplica justamente en la entre-ceja, haciendo tres líneas verticales (como unas tipo patas de gallo), después aplica un poco en el puente de la nariz (si quieres un efecto más glowy, en lugar del corrector usa iluminador en esta zona), coloca un poco más en la barba, en los surcos nasogenianos y un poco en los pómulos. Utiliza una esponja para difuminar y hazlo suavemente haciendo ligeras presiones.
Si quieres dar aún más dimensión a tus facciones, utiliza un corrector oscuro o un bronzer en crema en el contorno de la frente y justo abajo de los pómulos. Y aunque el efecto de contouring estilo Kim Kardashian ya no está en tendencia, la realidad es que puedes hacerlo muy sutil y conseguir justamente lo que estabas buscando: ¡verte espectacular!
