¿Cuánto tiempo llevas aplicando rímel en tus pestañas sin lograr que luzcan espectaculares? Sabemos que este producto tiene el poder de transformar por completo tu mirada, siempre y cuando logres un efecto XL, con mucho volumen y sin grumos.
Si no sabes cómo lograrlo aún, te tenemos todos los secretos para sacarle el mayor provecho a tu mascara. ¡Toma nota!
Nacemos con número limitado de pestañas y esas son las que tenemos para toda la vida, por eso es clave elegir con cuidado todos los productos que ponemos sobre ellas, para que les aporten beneficios y las conservemos en el mejor estado posible.
Así como seleccionamos la base de maquillaje dependiendo el tono y tipo de nuestra piel, de igual manera debemos concentrarnos en nuestras pestañas: si son cortas, largas, el peso que aguantan, la manera en la que se enchinan, etc. Con estos trucos podrás saber qué tipo de fórmula y cepillo utilizar.
Lo primero que debemos determinar es el estilo para poder elegir el cepillo. Un pequeño truco que no mucha gente sabe es que el líquido del rímel se encuentra en las paredes del empaque, por lo que el movimiento ideal para obtener el producto es girar el cepillo. Así que deja de hacer el gesto compulsivo de meter y sacar el cepillo, ya que así estarás llenando la fórmula de aire y puedes hacer que se seque antes de tiempo.
Ya que tienes preparado el cepillo, la primera pasada que debes hacer es acercándote lo más posible a la raíz. Ahora, el cepillo debe estar en diagonal y el movimiento debe ser en zigzag para poder peinar cada una de las pestañas y ampliar la mirada. ¡No te olvides de las pestañas interiores! Son básicas para un look lleno de densidad y volumen.
Sí, son básicas para cualquier look ya que transforman por completo la mirada. Si decides alargarlas, obtendrás unos ojos más redondos. Si lo que buscas es aplicar un ligero toque de color, entonces usa el cepillo verticalmente y con la punta toca ligeramente cada vellito.
Algo muy importante para tu look es que tu mascara de pestañas se encuentre en el mejor punto, osea que no pase de su fecha de caducidad. Cuando esto suceda debes reemplazarla por completo, no intentar revivirla con aceite o agua micelar.
Ningún ojo es igual que el otro y a veces nuestras pestañas están acomodadas de distintas maneras, por lo que es importante que te enfoques en cada ojo individualmente para obtener los mejores resultados.
