El nuevo elemento clave en tu rutina de maquillaje tiene que ser el blush (si es que todavía no lo es). Y aunque parece fácil aplicarlo, la realidad es que sí tienes que saber cómo hacerlo correctamente, así como cuándo lucirlo para que se vea espectacular.
Toma nota y asegúrate de seguir los pasos básicos para que este elemento sea un infalible en tu kit de makeup. Prepárate para verde ¡espectacular!
Dependiendo del tono de tu piel puedes optar por rubores en distintos colores y pigmentos. Por ejemplo, si tu piel es más clara, los tonos duraznos, corales y rosa lucirán increíbles. Para pieles más morenas, los colores brillantes como naranjas o morados son un must. Si tu piel tiende a ser más amarillenta, busca colores con un acabado bronce para neutralizar.
Para que tu blush luzca natural, busca la presentación que mejor vaya con tu tipo de piel y así lograr que se difumine mejor. Si tiendes a ser de piel más seca, elige un blush en crema para dar textura y luz a tu piel (aunque no olvides que hay que hidratarla para que no absorba el maquillaje). Si tu piel es grasa, busca un blush mate para que dure más tiempo.
Hay distintas formas de aplicar el blush dependiendo el efecto que quieras darle a tu rostro: lifting, para elevar los pómulos; en las manzanas, para un look más juvenil y sonrojado; o el nuevo ombré, que usa dos tonos para definir las mejillas.
Los expertos en maquillaje aseguran que el mejor momento para aplicar tu rubor es después de maquillarte los ojos o incluso después de maquillarte por completo. De esta forma, podrás ver qué zonas faltan de iluminar e ir siempre de menos a más.
La mejor técnica de aplicación es sonreír para que las manzanas de las mejillas resalten y sepas dónde te sonrojas naturalmente. Comienza por aplicar el blush en el centro y difumina hacia arriba en dirección hacia las orejas y los pómulos para neutralizar y elevar tu look. También te recomendamos que apliques un poco sobre la nariz para emparejar el brillo.
Otro truco es que utilices tu blush como labial y sombras para lograr un look monocromático y homogéneo que permita que haya más armonía en tu rostro. Pero si no quieres intentar esto, trata de que los colores que apliques sean complementarios en la paleta de colores para que puedas lucir radiante y perfecta.
