Seguramente te ha pasado que tienes decenas de productos para cumplir con una rutina rigurosa de belleza, pensando siempre en mejorar tu piel. Sin embargo, a lo mejor hay algún suero o una crema con ingredientes que quizás no necesitas.
Por eso, identifica los elementos clave de las fórmulas y asegúrate de incluir el adecuado par ti.
Niacinamida, ácido hialurónico, vitamina C, son algunos de los activos que no pueden faltar en tu día a día. Conoce qué es cada uno.
Es una molécula que todos producimos en la piel y que tiene la capacidad de retener la hidratación y por lo tanto reducir los signos del envejecimiento, mejorando la elasticidad, el tono, y dando un aspecto saludable a la piel, además de estimular la producción de colágeno. Sin embargo, con el paso de los años y a partir de los 30 años aproximadamente, se comienza a perder dicha producción, por lo que es necesario apostar por un producto que tenga este activo.
Es ideal para reducir la inflamación, el enrojecimiento, abrir poros obstruidos y matificar la piel. Este combo ayudará a que las espinillas desaparezcan considerablemente, así que si tienes tendencia a acné o piel grasa, éste ingrediente no puede faltar en tu rutina.
Son moléculas que surgen de la unión de dos o más aminoácidos y que ayudan a que la piel produzca de nuevo las sustancias que necesita como colágeno. ¿Quieres mejorar la elasticidad, firmeza y combatir arrugas? este es tu nuevo must.
Es uno de los mejores antioxidante ya que protege de los radicales libres, la contaminación, repara la piel de los rayps UV. ¿Quieres amarla más? También ayuda a producir colágeno, mejora la absorción de hierro y aumenta nuestras defensas en la piel. Y sí, sabemos que a mucha gente le asusta, sin embargo, vale la pena tener en cuenta que es un activo seguro, siempre y cuando uses un producto con la concentración adecuada y no te olvides de tu protector solar, así que no le tengas miedo y dale una oportunidad.
Un término que se ha vuelto cada vez más popular en nuestros productos de belleza. Se trata de una forma de vitamina B3 que es soluble en agua y penetra en la capa más superficial de la piel, pero al ser debajo peso molecular también llega a las más profundas. Este activo se extrae de las raíces de plantas y verduras y ayuda a hidratar la piel, reduce el enrojecimiento y la irritación y, la mejor parte, tiene propiedades seborreguladoras convirtiéndolo así en un ingrediente clave para tratar problemas de acné.
