Comienzas a hacer tu rutina usual de maquillaje y de pronto te das cuenta que tu base no luce de la mejor manera: se descarapela, no cubre como usualmente lo hace y tu piel parece rechazarla.
Esto se puede deber a diferentes motivos. El acabado cakey (significa que la piel se ve gruesa y acartonada) puede ser el resultado de la fecha de expiración de tu producto o de la preparación de tu piel. Para evitar que luzca de esta forma, te dejamos algunas razones y soluciones para este problema.
Muchas veces la razón por la cual tu base no luce increíble es porque no preparas la piel correctamente. Si la superficie está deshidratada, con alguna textura extraña o simplemente no se encuentra de la mejor manera, tu base puede verse distinta. Por eso, es importante que prepares tu piel con una crema hidratante y un primer.
Así como los dermatólogos recomiendan dejar secar la piel una vez que hayas aplicado tus serums, crema, y protector solar, de la misma manera es importante que dejes que tu primer se absorba en la piel. Así, evitarás que tu base se descarapele por no haber esperado.
Es importante considerar el tono al comprar una base, pero también debes tener en cuenta tu tipo de piely busca los ingredientes más recomendados; por ejemplo, si tienes piel seca, te puedes beneficiar de aquellas bases que contengan ácido hialurónico.
Otra razón común para que tu base se vea cakey, puede ser que estés usando demasiado producto. Si aplicas muchas capas, tu piel lucirá deshidratada e incluso puede pasar que las capas se repelen entre ellas mismas. Inicia por aplicar una cantidad mínima y aumenta el producto conforme vayas necesitando.
Lo que haces antes de aplicar tu base de maquillaje es tan importante como lo que haces al final. Siempre recuerda fijar tu base con un polvo o spray, recuerda enfocarte en aquellas zonas que tienden a producir más grasa, como la zona T: frente, nariz y barbilla. También puedes apostar por una base en polvo compacto para retocar a lo largo del día.
Dependiendo de la consistencia y textura de tu base, puedes optar por usar una brocha, una beauty blender o incluso tus manos para aplicarla. Recuerda que es importante lavar tus brochas cada semana para evitar que el producto se acumule y así también evitarás que tu base se vea cakey.
