No tenemos duda, los productos de belleza son un elemento clave para darnos seguridad y ayudarnos a vernos mejor, pero seamos sinceros, también nos facilitan la vida y precisamente eso es una de las funciones del agua micelar y el agua termal.
Probablemente ya hayas escuchado hablar o tienes alguno de estos productos pero, ¿sabes para qué sirve cada uno? Aquí te lo explicamos para que incluyas a ambos en tu kit de belleza.
Gracias a que su fórmula está hecha a base de micelas (unas micro esferas que funcionan como imanes), el agua micelar encapsula la suciedad y el maquillaje acumulada durante el día, así que es perfecta para utilizarla en la noche como parte de tu doble limpieza e incluso como desmaquillante.
Lo único que tienes que hacer es colocar un poco de producto en un pad de algodón y pasarlo por toda la cara de forma suave para deshacerte de impurezas y rastros de makep. Al terminar, para asegurarte de que tu piel está reluciente, no te olvides de usar un limpiador facial que se adapte a tu tipo de piel.
Explicado coloquialmente y a grandes rasgos, se trata de el agua que queda en el subsuelo y que, a través de los años, se va enriqueciendo con minerales. Posteriormente, esta agua de manantial mineralizada se extrae y se somete a un proceso de embotellamiento para que siga teniendo sus propiedades y la puedas tener directo en tu tocador.
¿Su principales beneficios? Hidratar, calmar, cicatrizar y ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, se puede usar en cualquier tipo de piel, de hecho es ideal para las pieles sensibles.
Otra razón por la que amamos este producto es porque ayuda a preparar la piel antes del maquillaje, pero también funciona como fijador e incluso para refrescar el maquillaje durante el día, así que puedes traer una presentación que quepa en tu bolsa y dar ese re-fresh durante el día o cada vez que sientas que lo necesitas.
¿No sabes cuál usar? El agua termal de Avéne es un must, pues ellos son pioneros así que como te podrás imaginar, es garantía.
