Ventajas de bañarse con agua fría
Como ya mencionamos, existen muchos beneficios al sumergirte en unos grados bajo cero, pero uno de los principales es el de mejorar la piel. Claro está que esto no sustituye tu rutina de belleza ni a ninguno de tus productos, en realidad es una forma de potencializar y darle una ayuda a la piel.
Producción de colágeno
El agua fría, al ayudar a mejorar la circulación, también propicia que la producción de colágeno y elastina en la piel aumente, ya que estas proteínas, con el paso del tiempo disminuyen en nuestro organismo, y son algunas de las encargadas de mantener a la piel firme y luminosa, pues además también se sabe que el frío ayuda a tensar.
Por otro lado, el agua fría, así como hielos o herramientas como un rodillo de Jade (cuando está súper frío), pueden tener una función antiinflamatoria, así que si dormiste poco y quieres disminuir las bolsas de los ojos, ya sabes lo que tienes que hacer...
¿Cuánto tiempo hay que bañarse con el agua fría?
Sí, tenemos muy claro (muy) que bañarse con agua fría, o más bien, helada, no es nada fácil, por eso vale la pena empezar poco a poco. Comienza cambiando el agua caliente a la fría durante 15 segundos y, conforme vayas aguantando más, ve aumentando el tiempo.
Ahora, si no quieres este cambio tan drástico, lo que sí puedes hacer es bañarte con agua un poco más tibia. En cuanto a la cara, cuando hagas tu limpieza facial de todos los días, asegúrate de que sea en esta temperatura.