¿Alguna vez has escuchado acerca de los AHAs (alfahidroxiácidos) y BHAs (betahidroxiácidos)? Seguro te suenan y es porque muchos de los ingredientes que son parte de tu rutina diaria entran dentro de una de estas dos categorías, pues son los dos tipos de ácidos que existen en el mundo del cuidado de la piel.
El ácido salicílico se deriva de la corteza de sauce y pertenece a los betahidroxiácidos, es un BHA. ¿Sigues ahí? Los AHAs son solubles en agua, mientras que los BHAs son solubles en aceite y esa es la diferencia clave entre ambos. Los AHAs limpian la piel de las células muertas de manera superficial y generalmente están presentes en tónicos.
Por otro lado, los BHAs son solubles en aceite y permiten penetrar la piel de una manera mucho más profunda e incluso logra abrir los poros y destaparlos. El ácido salicílico, al ser un BHA, provoca una ruptura en las células en la capa superior de la piel ocasionando de esta manera una exfoliación suprema, esto hace que también sea considerado un medicamento queratolítico.
Aunque el ácido salicílico es uno de los mejores aliados para tratar brotes, no es un tratamiento para el acné, ya que existen múltiples tipos y necesitas a un experto que te guíe para encontrar el tratamiento adecuado; en realidad, este ingrediente solo sirve para tratar acné cístico por eso es importante que antes de cualquier cosa, visites a tu dermatólogo de confianza.